Antonio se iba con los niños a pasar el fin de semana de acampada. Ana no iba a ir porque ya estaba embarazada de siete meses y no se encontraba muy bien para dormir en una tienda de campaña.
Ana estaba apenada por no poder compartir esta experiencia con ellos, pero ayudó a preparar el equipaje. Lo primero que metieron en el coche fue la tienda de campaña, después los sacos de dormir, el repelente mosquitos, los prismáticos, la linterna… Cuando pensaban que ya lo tenían todo, Juan recordó la brújula que le había regalado por su cumpleaños y fue corriendo a buscarla.
Juan le dijo a Ana que era muy pequeña y que le daba miedo que se le cayese del bolsillo. Ana cogió un cordel que tenía en el costurero para que así Juan se la pudiese colgar al cuello.
Ya estaba todo listo así que se montaron los tres en el coche y pusieron rumbo a un fin de semana lleno de emociones.