Revista Diario
En su perecedero viaje...
Un pájaro casi la roza;
La mano de un niño que trata de aferrarla para uno de sus trabajos escolares, la acaricia;
Una madre con el carrito de la compra, lleno hasta arriba, la golpea;
La pelota de la niña de trenzas, que empujada por el viento sube, una y otra vez, tal vez la única culpable de su marcha, se queda en su memoria;
El coche que ruidosamente pasa cerca de ella, sin darle tiempo a distinguir su color;
Y la tierra que detiene por unos instantes su camino.
Todo esto es lo último que pudo percibir antes de llegar al suelo. Un vaivén de sensaciones, un torbellino de imágenes, una sacudida de emociones.
Vivió lo que desde las alturas veía. Por fin conoció todo aquello que había querido sentir. Sin vuelta atrás.
La hoja del árbol cae y nunca más retornará a su hogar. Copia el código #150palabras