153. Costa de Marfil o la guerra que viene

Aun siendo días de Navidad, noticias funestas aparecen en los medios de comunicación hablándonos de guerra desde una parte del mundo que casi ni conocemos ni sabemos donde está.
"Costa de marfil" (nombre bien bonito para un país) puede verse envuelto en una guerra civil. Lo malo no es que empiece ahora una,... sino que este país acaba de salir de otra. En 2000 Laurent Gbagbo se convirtió en presidente en octubre. En 2002 el país quedó dividido en varias partes debido a la aparición de grupos rebeldes y militares opuestos al gobierno. Tropas francesas tomaron posiciones para separar a los contendientes e intentar garantizar la estabilidad. En 2003 a su vez fuerzas de paz de Naciones Unidas se desplegaron por el país. Ni unos ni otros pudieron hacer gran cosa. El gobierno acusó a Burkina Faso de querer desestabilizar la región. Ni los representantes especiales de Naciones Unidas ni los lideres internacionales de los países adyacentes pudieron evitar la contienda.

Alassane Ouattara en campaña electoral

¿Que pasa actualmente? Laurent Gbagbo convocó elecciones el pasado octubre. En primera vuelta pasaron dos candidatos, el propio Gbagbo y un antiguo primer ministro Alassane Ouattara. Tras varios bloqueos a la junta electoral, finalmente el 2 de diciembre esta declaró vencedor al opositor.

Para hoy hay convocada una huelga general para desalojar al actual presidente mientras Ouattara se siente legitimado por la comunidad internacional que le respalda. La Unión Africana quiere erigirse en el líder que gestione la crisis pero sus divisiones internas no dan claridad a sus decisiones. Los líderes de la ECOWAS (Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental) también son partidarios de desalojar a la fuerza al actual presidente que se niega en redondo a dejar el cargo.

Entre tanto, cientos de personas se preparan para el exilio y evitar los combates que todo indica se produciran en breve mientras tropas internacionales francesas y de Naciones Unidas siguen acampadas debido al antiguo conflicto.

Conoci y trabajé con un marfileño, Drissa Yeo que solía decir de su país: "Es tan maravilloso que no sabemos que hacer con él". Que pena que sea cierto.