Páginas: 349
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-15410-48-5
Precio: 12,95 €
Sinopsis
Cuando el pasado se convierte en futuro, todo puede suceder en la noche de carnaval. ¿Qué sucedería si un fantasma te pidiera ayuda? Tras un sueño en el que su antepasada le ruega que la ayude, Gabriela viaja a Venecia para aclarar un suceso ocurrido en el siglo XVIII. En la ciudad de los canales tropieza con Mario, un atractivo italiano que además de colarse en su cabeza, es una pieza clave para resolver el misterio. Pasado y presente se entremezclarán poniendo en peligro la seguridad de la pareja y dará rienda suelta a la pasión como si se tratara de un guiño del destino.
Reseña
El último carnaval ha sido un libro atípico para mí que me ha sorprendido muy gratamente. Ya la sinopsis me pareció muy atractiva desde el primer momento, al tratarse de una obra con un misterio que resolver y con tintes paranormales, pero al leerla posteriormente no me ha decepcionado en absoluto.
La historia es un poco liosa; espero poder hacer un resumen más o menos claro.
Todo comienza a raíz de que Gabriela, una joven catalana profesora de universidad, tiene un sueño donde una chica idéntica a ella misma le pide ayuda. Gabriela le cuenta su sueño a su madre, y esta le otorga a su hija un diario y un retrato de Gabriella, una antepasada veneciana del siglo XVIII que tiene una historia oscura y misteriosa a sus espaldas. Las posesiones de Gabriella han pasado de generación en generación hasta llegar a Gabriela, nuestra protagonista. Por si esto no fuera poco, un encuentro con el fantasma de Gabriella será el detonante para que Gabriela decida viajar a Venecia para intentar esclarecer la historia de su antepasada.
Pero el pasado de la veneciana Gabriella no es el único enigma. Gabriela se ve sorprendida en multitud de ocasiones por los fantasmas de Angelo, el amado de Gabriella, el cual fue ejecutado en misteriosas circunstancias, y de Lucca, otro rico y atractivo hombre que pretendía a Gabriella pero que fue rechazado por la misma. Gabriela no contará solo con fuentes de información convencionales para sus investigaciones, sino que estos fantasmas serán un canal “paranormal” de información muy valiosa a la que nadie excepto Gabriela puede acceder, ya que ella es la única que puede ver a estos entes.
En Venecia Gabriela conocerá a Mario, un atractivo conde que es físicamente idéntico a Angelo, el amante de Gabriella. En principio, Mario tendrá como misión entorpecer las investigaciones de Gabriela y sacarla de quicio, pero más adelante se convertirá en su aliado… y puede que en algo más.
Junto a familiares y amigos, y también junto a Mario, ese hombre con el que mantiene una apasionada relación de amor-odio, irá resolviendo los enigmas que envuelven la turbulenta historia de su antepasada hasta descubrir, entre otras cosas, que la ejecución de Angelo fue injusta, y será entonces cuando Gabriela y Mario lucharán por encontrar al culpable y lavar el nombre de Angelo para que los fantasmas puedan descansar en paz, mientras descubren atónitos que la historia de amor y drama de Gabriella y Angelo se repite de nuevo, tres siglos después, en ellos mismos…
Tal como habréis podido comprobar, la historia de esta novela cuenta con muchos frentes abiertos y varias tramas que se van enriqueciendo y resolviendo poco a poco, a lo largo de las páginas: las vivencias de Gabriela con sus amigos y familia; sus investigaciones; encuentros con fantasmas; el pasado de Gabriella y Angelo; la relación amor-odio entre Gabriela y Mario; la aparición de una pareja de malévolos hermanos, Alessia y Bruno, que quieren evitar que surja el amor entre Gabriela y Mario, y pretenden hacerlo sea como sea… Una gran trama donde es casi imposible aburrirse y siempre está pasando algo de importancia con respecto al desarrollo de la trama. Uno de los grandes puntos fuertes del libro: un ritmo que nunca decae y una historia muy rica que no nos deja aburrirnos.
–Tienes que ir allí, Gabriela.
La aludida se volvió con rapidez hacia la mujer que le había hablado. Pero no encontró a nadie. Miró a su alrededor extrañada. Estaba segura de que alguien le había hablado a su lado. Estaba sola en la calle.
–Gabriela, ve a Venecia. Limpia su nombre.
Volvió a girar la cabeza para comprobar que estaba sola. Al final de la calle le pareció distinguir una figura femenina vestida con un traje largo de color claro al mismo tiempo que sentía como algo caía a sus pies. Miró hacia abajo y descubrió un trapo junto al zapato. Lo recogió con cuidado: identificó el objeto como un guante largo de seda bordado con hilos metálicos, de un color verde pálido. Un escalofrío la recorrió de arriba abajo.
Otro de los puntos fuertes es la elegancia y belleza con la que Menchu Garcerán describe la grandeza del carnaval, la fascinante y bella ciudad de Venecia, los palacios, las habitaciones, las vestimentas de los personajes… Descripciones brillantes y detalladas que casi nos permiten “ver” e imaginarnos allí, sobre una lancha en un canal de Venecia. La elegancia increíble que predomina en toda la obra, ese “ambiente” sofisticado, son simplemente detalles que te dan la sensación de estar devorando un libro casi sublime.
En cuanto a los personajes, me ha gustado mucho Gabriela. Una mujer fuerte, con carácter, testaruda e independiente. Una buena protagonista. Por otro lado Mario, aunque no me desagrada, le encuentro un punto un tanto rudo, “arcaico”, que no me gusta. Excesivamente celoso para mi gusto, aunque la pareja de Gabriela y Mario me encanta. Son el típico “los que se pelean se desean”, una batalla continua de peleas y desafíos que hacen de ellos una pareja muy dinámica y poco empalagosa (aunque de cara al final se convierten en dos adolescentes un tanto repelentes. Quienes hayáis leído el libro quizás sepáis porqué). Otros personajes como Marc y Helena, los amigos de Gabriela, la madre de Mario y la madre de Gabriela, que pululan continuamente por el libro sin prácticamente aportar absolutamente nada a la historia, me han sobrado totalmente. Quizás me quedaría con Marc como el amigo y confidente de Gabriela y eliminaría al resto sin remordimientos. El libro no perdería nada y ganaría en dinamismo, creo yo. Por último, el dúo de malos, Alessia y Bruno, se queda un intento, ya que para mi gusto resultan ser bastante ineptos. Un punto débil de la obra: la ausencia de buenos antagonistas.
Sobre el tema de los fantasmas, me ha gustado mucho el detalle de que Gabriela nunca termina de asimilar ni acostumbrarse a esos encuentros. De hecho, entra en estado de shock cada vez que contacta con algún ente. Me ha parecido lo más realista y lógico y es un detalle que he valorado positivamente.
El final no me ha sorprendido en absoluto. Era lo que me esperaba y eso me ha dejado con un ligero mal sabor de boca. Me hubiese gustado algo totalmente diferente (no entro en detalles del final que me habría gustado para no hacer spoilers).
Y en general, con sus pros y sus contras, El último carnaval se merece una muy buena valoración ya que se nota que es un libro muy trabajado y creado con mucho mimo para enganchar al lector y tenerle hasta el último minuto en vilo. No soy para nada amante de la literatura romántica, pero de todos los libros de este género que le leído (aunque no hayan sido muchos), El último carnaval es, de lejos, el que más he disfrutado. Gran historia contada de una manera mágica. Recomendadísimo a todo tipo de lectores, especialmente a los amantes del misterio, de la intriga y del romance.