Julio César Pérez Ramírez, Director de Prevención y Readaptación Social de Gobierno del Estado, denunció públicamente a la administración de Juan Manuel Carreras por no procesar de manera adecuada los desechos producidos en el Centro Penitenciario de la Pila, hecho que puso en peligro la salud y la seguridad de quienes residen allí.
Reconoció también, que limpiar las más de 170 toneladas que abandonó el gobierno de la “Herencia maldita” en un patio no mayor a 250 metros cuadrados, ha sido una labor agotadora y difícil.
Pero sobre todo calificó esta situación como grave, pues de los restos de papel de baño, cartón, comida, latas, plásticos y ramas, se generaron olores insoportables, fauna nociva y focos de infección que mantuvieron a la población penitenciaria expuesta a contraer enfermedades.
Este hecho deja entrever la nula preocupación y oficio del gobierno potosino anterior, al no saber administrar las prisiones del Estado.
Además, explicó que personal debidamente protegido ha trabajado 12 horas seguidas por dos días con retroexcavadoras y camiones tipo torton, para retirar las 170 toneladas de desechos, pues el nuevo gobernador potosino ha dado la indicación de que el área que era usada como tiradero quede libre de agentes infecciosos.