18 festival de cine europeo de sevilla

Por Victor Fernández.

Síntoma directo de la acumulación de títulos procedentes de la pandemia, así como de la deriva que muchos festivales venían tomando desde hace años con la proyección de múltiples sesiones fuera de concurso, las grandes citas cinematográficas de este año (Cannes, Venecia, San Sebastián...) se han visto abocadas a un desbordante listado de películas casi inabarcables para cualquier profesional del medio cinematográfico (mucho menos aun para el público general).Cierto es que la lucha entre festivales por conseguir grandes títulos y autores, independientemente de la calidad de sus trabajos, ha llevado a un hacinamiento de títulos en las secciones oficiales que, en ocasiones, asusta. Parece que hay miedo a dejar fuera una obra que luego pueda resultar definitiva en algún otro certamen. De este modo, desde el periodismo cinematográfico hemos asistido este año a un sin fin de títulos en las grandes citas del territorio nacional.El Festival de Cine Europeo de Sevilla, probablemente el festival con el catálogo más interesante de nuestro país, ha presentado este año a sección oficial un total de 25 títulos, a los que se les suman un centenar más en las secciones paralelas, ciclos que suelen dibujarse como un listado igual o más estimulantes que el de su espina dorsal. Por ello, el trabajo se hace más complejo a la hora de dar un panorama general de lo que ha supuesto este 18 Festival de Sevilla, pero allá vamos.CRÓNICA SECCIÓN OFICIAL: PARTE ILa sección oficial la inauguraba la nueva película del cineasta francés Jacques Audiard (Los hermanos Sisters): PARÍS, DISTRITO 13. Este drama romántico sobre las relaciones modernas, el sexo y la singular conexión 'milennial' nos vuelve a poner en dialogo con un cineasta de gran talento narrativo, cuyo entrelazamiento de historias siempre cae de manera adecuada en el montaje, pero que se muestra en esta ocasión demasiado derivativo. Ni su blanco y negro, en ocasiones creador de cierta atmósfera de soledad cosmopolita, en otras ocasiones con poco sentido en su introducción de lo pasional, ni su sentido episódico, consiguen conectar con la parte más emocional del espectador, dejándolo en un terreno medio de cierta frialdad.
Algo que pocas veces más ha ocurrido en el largo plantel de títulos presentados, pues si algo destaca entre las obras de esta edición ha sido su capacidad de crear debate (para bien o para mal) en torno a ellas. Quizá solo uno de los títulos españoles estrenados mundialmente, ¿QUÉ HICIMOS MAL? (Liliana Torres, 2021), ha dejado un sabor de boca negativo en la opinión general. La tercera cinta de la directora barcelonesa, de fuerte carácter autobiográfico, juega con el documental y la ficción desde un punto de partida muy interesante, pero sin lograr nunca trascenderlo ni conectarlo de manera adecuada. Tras un prometedor inicio, la cinta deja paso a un paseo sin rumbo donde la ficción gana terreno sin llegar nunca a explotar su tema central: las relaciones de pareja y las crisis que llevan a su desaparición.Sin embargo, ha habido dos cineastas que si han sabido bucear en las crisis matrimoniales con un pulso y estilo mucho más decidido y madurado. Por un lado, la francesa Mia Hansen-Løve ha regresado con un interesantísimo título de raíces cinematográficas, donde la cinefilia, las tesis sobre la narración y los problemas conyugales se dan la mano con profunda melancolía e inspiración reflexiva. LA ISLA DE BERGMAN nos propone el viaje de un matrimonio de cineastas hasta la isla de Fårö, donde vivió el cineasta sueco Ingmar Bergman, en busca de inspiración para escribir sus próximas películas. Según avanza el verano y aumenta su fascinación por los misteriosos paisajes de la isla, la frontera entre realidad y ficción no tardará en desdibujarse...Con una mezcla conceptual de gran clarividencia, Hansen-Løve se aleja del homenaje para investigar sus propios fantasmas y autobiografiarse de una manera mucho más certera y precisa. Precisión que también muestra el veterano cineasta italiano Nanni Moretti en su nueva obra TRES PISOS, adaptación de la novela de Eshkol Nevo sobre los miembros de tres familias cuyos apartamentos están en el mismo bloque de clase media. Si algo destacable y reivindicable tiene una obra tan arraigada en los artificial en términos cinematográficos, al igual que los melodramas de Pedro Almodóvar que también juegan con un fuerte componente de dramatismo, unos escenarios cuadriculados y una luz marcadamente emocional, es que Moretti sabe abordar con una impresionante humanidad a todos sus personajes, dándoles el espacio adecuado e insuflándoles composiciones sobrias y equilibradas.
Equilibrio que también encuentra la gran vencedora de este 18 Festival de Sevilla: GREAT FREEDOM. La película del austriaco Sebastian Meise sorprendió a todos al alzarse con el Giraldillo de Oro, aunque no por ser una propuesta poco estimulante, si no más bien por su marcado valor de dramaturgia robusta. Ganadora también del merecidísimo premio a mejor actor para el espectacular Franz Rogowski, Great Freedom cuenta la historia real de Hans en tres momentos (1945, 1957 y 1969) y de su relación con Viktor, un asesino convicto. Un amor carcelario, propiciado por las entradas y salidas de prisión de Hans a causa de la represión a la que fueron sometidas las personas homosexuales en la Alemania democrática de posguerra. La mirada de Meise, increíblemente austera y paciente, conforma una poderosísima exploración de la resiliencia y el psicologismo encarcelado. Una película que se cocina a fuego muy lento pero que acaba explotando en un final de gran calado político y emocional.Justo aquello que no consigue LAS GENTILES, la interesante nueva propuesta de Santi Amodeo (¿Quién mató a Bambi?). Volviendo a sus orígenes de un cine mucho más personal y sensorial, como el de aquellas Astronautas (2003) o Cabeza de perro (2006), la cinta consigue revelarse durante casi toda su primera hora como un ejercicio de gran interés en torno a la juventud, las redes sociales y las enfermedades psicológicas. Una complejidad, la de los personajes y su finalidad, que nunca terminamos de creernos en su oscura resolución. Hay un lamento poético que Amodeo sabe filtrar con originalidad y extrañeza, así como unas jóvenes actrices de profunda verdad, pero la historia deriva hacia unos derroteros poco sutiles donde el golpe de efecto vale más que todo lo construido con anterioridad.PARÍS, DISTRITO 13 (Les Olympiades, Jacques Audiard, 2021): 6/10 * Mejor Actriz (Lucie Zhang)¿QUÉ HICIMOS MAL? (Liliana Torres, 2021): 4,5/10LA ISLA DE BERGMAN (Bergman Island, Mia Hansen-Løve, 2021): 7/10TRES PISOS (Tre piani, Nanni Moretti, 2021): 7/10GREAT FREEDOM (Große Freiheit, Sebastian Meise, 2021): 7,5/10 *Mejor película y actor (Franz Rogowski)LAS GENTILES (Santi Amodeo, 2021): 5,5/10