El tiempo es flexible; Aparece y desaparece o por lo menos se relentiza o se acelera. Que es la rutina si no ver pasar el tiempo siempre de la misma manera. Un minuto son 60 segundos y 60 minutos una hora solo cuando los contamos, cuando nos concentramos en bailar a su ritmo marcado. Si nos dejamos deslizar sobre su magnitud olvidando su presencia y nos sumergimos en satisfacer nuestros deseos más puros, el tiempo desaparece en esa mirada, en ese roce, en esa canción o en ese pensamiento. Desaparece hasta que volvamos a pensar en él y por tanto dejemos de pensar en nosotros.
La sociedad de cualquier ciudad no existiría si no fuera gracias a la medición del tiempo. Haberlo hecho constante y manejable, ha permitido aparentemente al hombre de a pie controlarlo para interactuar productivamente con sus semejantes y así satisfacer sus propias necesidades vitales. Pero desgraciadamente, la realidad es que es él el que nos controla a nosotros. A ese control le llamamos rutina. Y quebrarla, ignorarla o simplemente cambiarla, puede llegar a ser muy peligroso. Duración: 6:58. Año: 2010. Nacionalidad: EEUU.
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