Ahí les tienen. El que está sentado con cara de orgullo por lo que acaba de hacer, (me hubiese dado exactamente igual si es de ese equipo u otro), estaba acabando de perpetrar el más feroz ataque conocido contra los ciudadanos españoles en Democracia.
Ciento ochenta y seis hooligans aplauden la “hazaña” y los antidisturbios no entraron porra en mano en la grada para disolver a los ultras, ni tan siquiera les lanzaron pelotas de goma. Pero no se preocupen la sanción se la impondrá antiviolencia al Sevilla FC, como siempre, Villar no nos indultará.
El partido fue dominado claramente por los mercados, banqueros, grandes empresas y lobbis políticos, que infligieron un grave castigo al equipo compuesto por los trabajadores y los ciudadanos que no llegan a final de mes, para hundirles aún más en la miseria.
Tras el partido, estos últimos manifestaron que se tomarán la revancha en el próximo partido.
Informaremos de ello.
Para que luego digan algunos que en mi blog a veces no hablo de fútbol.
Habladurías y chuminás de la tía Carlota.
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