Francia, 1889, faltan 5 años para que estalle el escándalo Dreyfuss, y el antisemitismo campa a sus anchas por la vieja Europa.
En aquellos tiempos el movimiento BDS se hubiera encontrado muy cómodo.
Tal es el nivel de antisemitismo que presumir de serlo producía réditos electorales, como atestigua este póster electoral de un tal Ad. Willette que se autodefine como “candidato antisemita”.