Revista Opinión
19 DE ABRIL 2017
Para el momento de escribir estas líneas, ya ha transcurrido la más grande, la más colosal manifestación de los factores democráticos representados en la MUD. Ha sido la mejor y más impresionante de todas las que se han hecho en nuestro país. No me cabe la menor duda, y así lo certifican buena parte de los medios de comunicación alternativos, especialistas, y fuentes internacionales confiables. Lastimosamente, los medios televisivos tradicionales de nuestro país, acobardados por la censura, y la autocensura, fueron incapaces de decir una palabra para informar a nuestros ciudadanos lo que acontecía en las calles de Caracas, y otros Estados de la República.El contraste respecto de la concentración del gobierno en la avenida Bolívar, fue notable. Pudimos observar, también por los medios alternativos, y cadenas de televisión internacionales, que el gobierno ya no convoca a nadie; solo los pocos que forzados por su dependencia de un organismo oficial, se ven obligados a asistir bajo amenaza de ser despedidos.Lo cierto es que la decisión de la oposición concentrada en la MUD, con clara identificación de objetivos y agenda bien informada, salió a las calles de la Capital, y de otros Estados a manifestar con fuerza democrática, de forma cívica, pacífica, y constitucional tras la búsqueda de una agenda electoral que nos permita conjurar la crisis en que nos metió el comunismo ladrón de Chávez, y Maduro; del mismo modo, exigimos la liberación de los presos políticos; la entrada a nuestro país de la ayuda humanitaria; la celebración de las elecciones vencidas y por vencerse; el respeto pleno a la Asamblea Nacional, y la destitución de los ¨magistrados¨ chimbos de la Sala Constitucional del TSJ. Como se ve, una agenda perfectamente exigible, habida cuenta del golpe de estado continuado a que nos han sometido bajo las instrucciones de Miraflores.
Por su parte, Maduro en medio de su alocución en la avenida Bolívar, hizo un discurso ridículo, repetitivo, retórico y vacío, para tratar de dar ánimos a una concurrencia cada vez más reducida, y sin entusiasmo. Eso sí, no podían faltar en sus palabras la intriga, y el insulto procaz contra la oposición, cargado de mentiras y promesas vanas.Detrás de su hipócrita figura no sólo existe la prueba que todos los venezolanos y el mundo entero hemos podido observar, es decir, un presidente cuyo gobierno tiene las manos manchadas de sangre por su acción homicida, y cobarde que no se conforma con ordenarle a la Fuerza Armada Nacional, y la Policía Nacional Bolivariana que arremetan contra la población desarmada, utilizando armas de fuego y gases químicos, las cuales están prohibidas en nuestra Constitución, y los tratados internacionales sobre protección de los derechos humanos, sino que en forma pública y notoria comunicacionalmente, soltó a sus matones paramilitares de los colectivos armados para humillar a la ciudadanía con su violencia, y la destrucción de bienes privados mediante saqueos. Esta crueldad sistemática tiene que conocerla el mundo entero para que quede constancia de que estamos luchando desarmados y pacíficamente contra un gobierno violador de derechos fundamentales y asesino. Continuar luchando hasta alcanzar la restauración del sistema democrático, y derrotarlos electoralmente para que podamos encontrar el camino del progreso, y el desarrollo; eso sí, tendremos que explorar racionalmente un marco de convivencia en el que todos tengamos cabida, sin menoscabo de la correcta aplicación de la justicia para poder lograr la reconciliación de todos los venezolanos de buena voluntad.No podrán suspender los procesos electorales de por vida, ni seguir secuestrando las instituciones; serán derrotados irremediablemente.
Román Ibarra @romanibarra
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