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1905:la estación de la Costa

Publicado el 20 enero 2020 por Dpl71
1905:la estación de la Costa

CANTABRIA Y SANTANDER EN EL RECUERDO

En Santander, la primitiva estación del Ferrocarril de Isabel II (más tarde de la Compañía del Norte), que unió la capital cántabra con Alar del Rey y el Canal de Castilla en 1866, se ubicó entre el puerto, junto al antiguo Muelle de las Naos y el nuevo Muelle de Maliaño, y los terrenos del proyectado Ensanche del mismo nombre.

Muy cerca se emplazaron las estaciones de la línea de Ontaneda (1902) y del Ferrocarril de la Costa (1907), común a los ferrocarriles de vía estrecha que enlazaban Santander con Bilbao y Oviedo.

El complejo portuario-ferroviario así formado ha pervivido casi hasta nuestros días ya que ambas estaciones subsistieron hasta 1937, cuando fueron unificados los recintos ferroviarios y construidos en su localización actual, levemente retranqueada respecto a la posición originaria.

Por unos y otros motivos, las estaciones ferroviarias permanecieron sin tener un enlace directo con el centro urbano hasta que, en el contexto del proceso de reconstrucción de la ciudad tras el incendio de 1941, se realizó el desmonte y rebaje de parte de la alargada culminación que separaba el casco urbano de la costa y se procedió al trazado de varias vías en disposición trasversal, incluido el Pasaje subterráneo de Peña.

FERROCARRIL ISABEL II
El ferrocarril de Santander a Alar del Rey pretendía enlazar el Canal de Castilla con la costa cantábrica, para facilitar así el transporte de mercancías, especialmente los trigos y harinas de Castilla.

En 1844 el Marqués de Remisa (socio principal de la Compañía del Canal de Castilla) y el Duque de Sotomayor se hicieron con la concesión y encargaron al ingeniero de caminos Juan Rafo el estudio del trazado, con dos puntos fijos: inicio en Alar del Rey y finalización en el Puerto de Santander.

Muerto el Marqués de Remisa, principal inversor y defensor del eje, en 1848 una Real Orden retiró la concesión del ferrocarril, aunque al año siguiente surge con fuerza una nueva concesión que posteriormente fue transferida a una recién creada asociación formada por la Diputación, el Ayuntamiento y la Junta de Agricultura y Comercio de Santander, que por Real Orden de 21 de Abril de 1850 se denominó de Isabel II.

Lo cierto es que la Compañía de Isabel II inició sus tareas en condiciones muy ventajosas a pesar de que tardó tiempo en funcionar.

El 8 de abril de 1852. la reina firmó una Real Orden, disponiendo el comienzo de los trabajos según el proyecto del ingeniero Juan Rafo.

Apenas tenía dificultad construir los 50 km. que separaban Alar del Rey de Reinosa, el 28 de marzo de 1857 se inaugura el tramo de Alar del Rey a Reinosa.

El primer tramo para construir fue el Alar-Reinosa en Santander, celebrándose la inauguración de la obra con gran festejo los días 2, 3 y 4 de mayo de 1852, asistiendo D. Francisco de Asís Borbón. esposo de la reina y el ministro de Fomento, D. Mariano Miguel de Reinoso.

Hacía tres siglos que la familia real no visitaba la ciudad, que se volcó en manifestaciones de entusiasmo ante la presencia regia.

En estos términos quedó redactada la crónica del día que comenzaron las obras, que después nos ha legado Simón Cabarga:

“La noche del día uno de mayo hizo posada en Ontaneda.

La muchedumbre se agitaba apretujándose desde la Alameda Segunda hasta La Ribera.

Los carruajes del municipio partieron hasta Peñacastillo donde el Alcalde Gallo Alcántara dio la bienvenida al monarca que llegaba acompañado por el ministro de Fomento, Reinoso, y el mayordomo mayor.

En la loma de Cato se les unió la comisión concesionaria del ferrocarril, con un plantel de ingenieros ingleses y españoles, y la comitiva descendió entre un clamoreo, frenético hasta Cuatro Caminos.

Bajo el primer arco de triunfo esperaba al monarca un grupo … Y allí sonó por vez primera la Marcha Real en Santander en homenaje a un rey.

Siguió el cortejo su marcha Alameda Segunda abajo. Un testigo anotó cómo sucedió todo…

Tres eran los arcos de cuarenta pies de altura que jalonaron el camino desde Cuatro Caminos y había que añadir el agobiante exorno del puente de Vargas sobrecargado de banderas y banderolas y de guirnaldas…

Al llegar a la Ribera contempló una estampa … en la larga perspectiva del muelle cuyas casas aparecían cuajadas de banderas; y en la Dársena los marineros se mantenían equilibristas en las vergas de la aparatosa arquitectura de los veleros .

El soberano echó píe a tierra ante la Aduana, habilitada para su residencia… ”

A orillas de la bahía tuvo lugar el acontecimiento de la celebración.

De las Memorias de Pedro de Becedo, según trascripción de José Simón Cabarga, se puede leer:

“También he visto hace unos días en el mismo salón concejil una carretilla que es obra artesana primorosa de roble, delicadamente tallada y con aplicaciones de plata bien labrada, así como una pala igualmente con guarniciones de plata.

Sirvió este curioso artilugio para acarrear la primera paletada de tierra para la iniciación de las obras, en la loma de Cajo, y fue regalada a la ciudad por la empresa inglesa constructora.

Debajo de la corona real y sobre el escudo de la casa reinante, hay una placa de plata con esta inscripción.

«S. M. la Reina y en su nombre su augusto esposo, el Rey inauguró el ferrocarril de Isabel II en Santander el3 de Mayo de 1852.

Señor Reinoso, ministro de Fomento, Georg Mould, contratista, A. S. Jee, Ingeniero jefe»”.

LA ESTACIÓN DEL NORTE

La Estación del Norte estaba en el lugar que actualmente ocupa la estación de autobuses, fue proyectada por el ingeniero Eduardo Grasset en 1870 y poseía una marquesina diseñada en los talleres de Gustave Eiffel, fue derribada en 1936.

LA ESTACIÓN DE LA COSTA

En Santander, la primitiva estación del Ferrocarril de Isabel II (más tarde de la Compañía del Norte), que unió la capital cántabra con Alar del Rey y el Canal de Castilla en 1866, se ubicó entre el puerto, junto al antiguo Muelle de las Naos y el nuevo Muelle de Maliaño, y los terrenos del proyectado Ensanche del mismo nombre.

El ingeniero inglés William Atkinson fue el encargado de dirigir las obras del ferrocarril y además de realizar un album fotográfico de las obras para la reina Isabel II, que se conserva en el Archivo General del Palacio Real.
George Mould, contratista inglés, fue el encargado de las obras, presupuestadas en 120 millones de reales.

La construcción del ferrocarril se produjo por la necesidad de llevar el cereal de Castilla al puerto de Santander para su exportación a Inglaterra. En Alar, se almacenaban el grano y harina, su salida al mar desde allí era muy dificultosa, el transporte.

La Estación de Ferrocarril de la Costa dio servicio desde 1902 hasta 1936 a la compañía del Cantábrico y a la línea Santander-Bilbao. Fue derribada por orden del alcalde Ernesto del Castillo Bordenave, ‘el Piqueta.

RENFE

El 28 de agosto de 1940, Alfonso Peña Ministro de Obras Públicas puso la primera piedra de la nueva estación que pretendía sustituir a la antigua estación del Norte que era la que usaba el ferrocarril de ancho ibérico.

Prácticamente tres años después, el 26 de agosto de 1943 fueron inauguradas las nuevas instalaciones propiedad de RENFE que en 1941 se había hecho con toda la red ferroviaria española tras la nacionalización de la misma.

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