Llevo tiempo sin escribir en mi blog, ya que, como sabrás, y si no te lo cuento… he sido madre recientemente.
Así que me he dedicado estos meses en cuerpo y alma a disfrutar de mi niña, y lo sigo haciendo, así que no escribiré tan habitualmente como antes.
Por eso no se me ocurría mejor tema sobre el que escribir en esta vuelta que sobre la importancia de vivir conscientemente cada momento, es decir, estar en el aquí y ahora con todos los sentidos.
Y es que muchas veces estamos esperando algo, como, por ejemplo, las vacaciones 
Al final nos pasamos un año entero actuando como autómatas esperando que lleguen esos quince días en los que sí nos permitimos ser nosotros mismos.
Hace unos años yo misma caí en la cuenta de que hacía esto mismo cuando mi hijo me dijo que le gustaba más la madre de las vacaciones, ya que eran los únicos días en los que me permitía relajarme y no estar constantemente pendiente del reloj.
A la vuelta de esas vacaciones me tatué en mi muñeca Carpe Diem para recordar la importancia de vivir cada día como si fuera el último.
También puede ser que lo que te suceda sea todo lo contrario que no quieras que llegue una fecha porque cuando llegue será el momento de enfrentar una situación que no deseas.
Sea cual sea el motivo que nos te hace estar pendiente de un momento, hace que te olvides de algo de suma importancia, vivir tu día a día.
¿Qué te impide disfrutar de tu día a día? Una fecha deseada o algo que no deseas afrontar.Puede parecer un tópico, pero no por ello le falta razón a la frase que dice que la vida está hecha de pequeños momentos.
Y esos pequeños momentos pueden ser todo lo grandes que tú desees que sean si te dedicas a disfrutarlos.
A mi misma me ha sucedido multitud de veces que no me he permitido vivir esos pequeños momentos porque estaba muy pendiente de otros que consideraba más importantes, en la mayoría de las ocasiones además eran cosas negativas que me atormentaban.
Y cierto es que siempre termina por salir el sol. Siempre, antes o después, aparece la solución y mientras llega ese momento hemos perdido otros que podían hacernos felices.
Así que sea lo que sea lo que te atormenta no dejes que nuble aquello que te da la posibilidad de ser feliz, porque como ya lo habrás hecho otras veces encontrarás la salida.
De la importancia que tiene este tema sobre el que hoy he querido hablarte, todos nos hacemos conscientes cuando perdemos a alguien cercano. Ya que en ese momento, además de sufrir por perder a alguien querido, cae la realidad como una losa sobre nuestros hombros.
Y esa realidad es que estamos aquí de paso.
Son muchas las personas que en estos momentos se proponen luchar por lograr lo que desean, pero también son muchos los que, una vez vuelven a la rutina, olvidan esos sueños.
Si hay algo que hace que no te sientas bien con tu día a día y ese algo depende de ti, lo que has de hacer es tomar las riendas y cambiarlo. Pero empezando ya, ahora mismo, no dejándolo para cuando las circunstancias sean más favorables o hasta ese maldito lunes que nunca llega.
Y si todo está bien, hazte consciente de cual es tu escala de valores y disfruta de tus prioridades.
En mi escala de valores en el primer lugar está mi familia, quizá en la tuya en primer lugar esté tu crecimiento personal, el dinero, los amigos, el ocio…, no hay nada correcto o incorrecto cada persona tiene sus propias prioridades. Lo importante es saber cuáles son para que no te pierdas en cosas que no te gustan o no te aportan nada.
Pero como te iba diciendo, en el primer escalón de mi escala de valores está mi familia y es por ello que he decidido relajarme y dedicarle el tiempo que se merece y que deseo darle. Ya que no se puede estar deseando construir algo y cuando lo has construido hacer como si nada.
Esto también sucede muchas veces, que nos ponemos un objetivo o una meta y cuando la hemos logrado no la disfrutamos porque inmediatamente nos ponemos otra. Si mantenemos esta actitud nunca lograremos ser felices al 100%, ya que siempre tendremos algo más que lograr para serlo.
Siempre encontraremos un pero…
Con esto no quiero decir que no debamos perseguir objetivos, ya que, desde mi punto de vista, esto es lo que nos hace sentirnos vivos y nos permite crecer como personas hasta donde deseemos.
Pero lo que si es verdad es que debemos tomarnos un tiempo para vivir nuestros logros.
En definitiva, lo que te quiero hacer llegar con este artículo es que veas la importancia de vivir tu día a día, que luches por reír cada día y que disfrutes de quien eres.
Que lleves esto a cabo depende de tu actitud frente a la vida, pero, aunque no hayas tenido una actitud que te permita sentirte de esta manera, nunca es tarde para crearla. Así que cuanto antes empieces mejor.
Y una vez hayas definido aquellas cosas que te hacen feliz, disfruta de ellas, permítete decir a los demás que eres feliz por lo que tienes o por lo que estás luchando por conseguir.
Un hábito muy aconsejable es agradecer todos los días lo que tenemos, ya que de esta manera aquellas cosas que puedan perturbar tu felicidad quedan minimizadas.
No es habitual que alguien nos pregunte qué tal estamos y contestemos que felices, que nos encanta nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra pareja o nuestra familia, siempre buscamos en nuestro “pero” para no parecer presuntuosos o para rebajar nuestra existencia en cierto modo.
Piénsalo, las conversaciones que solemos mantener con los demás suelen ser de queja, sea cual sea el tema sobre el que hablemos. Y esto no beneficia a nadie.
Así que te invito a que disfrutes de lo que tienes y a que luches para eliminar lo que no te gusta. Para lograrlo vamos a crear el hábito de agradecer lo que tienes a día de hoy y de dar un paso cada día hacia tus sueños, hazlo durante 21 días ¿te apuntas?
Yo ya estoy en ello, así que te espero en los comentarios para que vayas comentando tu experiencia con la creación de tu actitud positiva frente a la vida.
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