La vida de una ciudad húngara en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial se ve perturbada por la llegada de dos extraños. Es una narración (casi) en tiempo real, con Solo ante el peligro como una fecunda fuente de inspiración, pero con una clara identidad propia. Con gran economía de medios y un tiempo lento y preciso se va creando una tensión creciente y una conmoción de grandes consecuencias ante la sola presencia de esos extraños y su lento paseo hasta su destino. El sentido del suspense es modélico, y sirve de marco a un estudio del remordimiento y de una parte del Holocausto que no se ha contado lo suficiente, de cómo las envidias y la codicia de sus vecinos colaboraron con los invasores alemanes para llevar a las víctimas del Holocausto a su terrible final.