Novedades de nuestra andadura en la radio: parece ser que la semana del lunes 19 de octubre será la de nuestro estreno oficial en las ondas. La hora y el día de emisión aún están por concretar. Esta afirmación se basa en que tras la finalización de la grabación del 3er. programa piloto el pasado lunes, hablando con uno de los responsables de la RUAH, se nos dio el visto bueno. Lo único que este lunes próximo al ser festivo, se retrasará una semana más. Para que vayan abriendo boca, se habrán dado cuenta que hay un reproductor y un archivo de podcast en el sidebar con el 3er. programa piloto que grabamos el lunes.
He querido tener un detalle con los seguidores habituales del blog, concediéndoles este “pre-estreno”, que no sé yo si estará un poco al margen del protocolo de la RUAH. Aún así he pensado, que ustedes son los que se merecen escuchar antes que nadie lo que estamos haciendo en estos primeros pasos dentro del periodismo musical. En dicho programa, podrán escuchar la adaptación a la radio del post de Falco y su disco “Falco 3” de hace unos meses. Sean amables con las críticas, que estamos empezando. Que lo disfruten. Pasemos a la música de esta semana.
En esta ocasión proponemos adentrarnos dentro de la música electrónica más fría y deshumanizada que se realizó a comienzos de los años 80. Una obra enmarcada en los albores del género techno pop. Contamos hoy con la presencia en “Discos, música y reflexiones” de una de las figuras de la electrónica que más olvidadas se encuentran a día de hoy. Por otro lado, se trata de quien fuera el primer cantante de la formación Ultravox en los años 70, antes de la refundación de la banda con Midge Ure al frente. Como algunos pocos de ustedes habrán adivinado hablamos de John Foxx.
Digo “algunos pocos”, ya que para la inmensa mayoría John Foxx será un completo desconocido. Por este motivo, esta semana en “Discos, música y reflexiones” jugamos ese papel que tanto me gusta desempeñar de difusor de la cultura y de aperturista de nuevos horizontes musicales en sus vidas, para que puedan rellenar sus reproductores digitales de música con savia nueva.
Como introducción previa al abordaje de la figura de John Foxx, decirles que al frente de Ultravox tuvo un moderado éxito debido a discos como “Systems Of Romance” o “Ha!-Ha!-Ha!”. Sin embargo, el grupo se separó cuando la década de los 70 daba sus últimos coletazos. Pasaría un período de tiempo considerable para aquellos días hasta que John Foxx se lanzara en solitario. Precisamente lo haría de la mano del disco que hoy proponemos.
“Metamatic” sería el título del primer disco de John Foxx en solitario. Una obra fácil de encuadrar en el género del techno pop derivado de la nueva ola de aquellos tiempos. Junto a la proliferación de sintetizadores analógicos y teclados, destacará la exageración al micrófono de la que hará gala Foxx en varias canciones del disco. Podríamos hablar más del pasado de John Foxx profundizando en su etapa al frente de Ultravox, pero no creo que proceda, y como “Metamatic” sería su debut en solitario, pasemos rápidamente a analizar lo que contiene.
“Plaza” es una curiosa canción que ya incluye las variables o constantes en el sonido que hemos advertido en la introducción. En esta pista nos encontraremos cierta exageración vocal a cargo de Foxx y también destacan esos sonidos electrónicos de origen tan básico y primigenio dentro de la historia de la música techno pop. Estamos ante una canción que fácilmente podrían haber firmado The Human League por citar un ejemplo. “He’s a liquid” tiene un sonido muy oscuro y nocturno, debido a esas melodías de teclado y sintetizador de carácter tan poco amable. Foxx muestra una voz más robotizada y deshumanizada que en “Plaza”, acercándose a los fríos registros de Ralf Hutter y Florian Schneider de Kraftwerk. En tercer lugar nos encontramos con “Underpass”. Quizás sea la canción más memorable del disco para quienes conocen a John Foxx. En efecto, esta canción fue single y dispuso de un arcaico y velado clip que se puede encontrar por youtube. La forma en la que John berrea la propia palabra “underpass” es tremenda. El entramado de melodías sintéticas y de teclados es más que acertado. Posteriormente nos encontramos una de las canciones más esqueléticas en su sonido “Metal beat”. Aún así lo que mas destaca de su sonido son esas subidas de sintetizador que aparecen al final del sencillo estribillo consistente en la simple repetición del título de la canción. La percusión metálica escogida también es reseñable, ya que en evoluciones futuras de esas vertientes ahondarían bandas como Depeche Mode en su canción “People are people”. “No-one driving” es la canción con un sentido más pop del disco. Es quizás la más alejada de la electrónica más fría y sintética que inunda “Metamatic”. Las melodías de teclado son muy llevaderas y la forma de cantar Foxx se aleja de la exageración ocasional, cantando con bastante intensidad, pero sin ofrecer aquí mayores sobresaltos.“A new kind of man” es de las canciones más siniestras sobre todo por las melodías de teclado principales y el sonido de dichos instrumentos. Muy nerviosa debido a ciertos sintetizadores que incluye, pero a la par de las más interesantes del disco. “Blurred girl” es de las canciones con un sonido más extraterrestre y agudo. A su vez es de las más pausadas y ambientales de “Metamatic”. A Foxx parécesele escuchar al fondo del estudio de grabación alejado al menos 10 metros del micrófono; de hecho no sé si se grabaría así. Destacan esas graves voces del estribillo en contraposición con el lejano John Foxx de esta pista. “030” es otro tema que dispone del registro vocal más robotizado de John Foxx, quedándose a mitad de camino entre el vocoder y la voz normalizada. Destaco algunas notas de teclado agudas que hacen acto de presencia de vez en cuando en la cíclica melodía de sintetizador y teclados. “Tidal wave” es una canción de sonido algo menos recargado y con unas notas de teclado más claras. También trae consigo uno de los momentos menos frenéticos y rutinarios de Foxx al micrófono. “Touch and go” curiosamente proporciona un final más accesible dentro del techno pop afrontado por Foxx en su debut en solitario. A ratos resulta bastante llevadero y pegadizo el ritmo que contiene. Curioso cierre de disco, quizás no muy acorde con el enfoque frío y deshumanizado que tiene la mayoría de la obra. No obstante, resulta inestimable para concederle algo de candor al álbum, o mejor dicho, humanizarlo levemente.
Este disco es sin duda el más arriesgado en la carrera de este músico. John Foxx a partir de este trabajo, iría evolucionando hacia un sonido pop más dulcificado, menos oscuro y menos frío. Esta tendencia suele pasarle a casi todos los artistas con la única salvedad de Talk Talk, banda que en su historia hizo el camino inverso. Se apreciará desde la primera canción del siguiente trabajo titulado “The Garden”, en la que a través de “Europe after the rain”, nos encontramos a un John Foxx más luminoso, relajado y sobre todo humanizado. No deja de resultar irónico el título de esa canción, ya que “Metamatic” es un disco de tormenta eléctrica.
La portada tiene su punto siniestro, con esa foto de Foxx muy deslumbrada por un potente haz de luz, y alargando el brazo como si fuera a entrar en otra dimensión, muy al estilo de fotogramas míticos como los de la película “Poltergeist”. Curiosamente en aquellos meses, en el clip de “In the air tonight”, Phil Collins escenifica una reproducción bastante parecida de la portada del disco que hoy les presentamos.
John Foxx siempre se ha mantenido en un tercer ratio de protagonismo o éxito. Es un artista de culto dentro del techno pop originario de la primera mitad de los 80. Su repercusión internacional resulta mucho menor en comparación a sus contemporáneos The Human League o Gary Numan, los cuales tienen dentro de sus respectivas discografías trabajos muy parecidos en su sonido a “Metamatic”.
De forma paralela al inicio de la trayectoria en solitario de John Foxx, se produjo la refundación de su banda anterior, con la que se había dado a conocer. Ultravox volvía con más fuerza que nunca, propiciado por la unión de Ure y Billy Currie al haber coincidido en otro grupo de sonido electrónico experimental de aquellos días, los Visage del particular Steve Strange. Ni que decir tiene que “Vienna”, el primer disco de la era Ure de Ultravox, obtuvo un brutal éxito y reconocimiento gracias a canciones como “Passing strangers” o la propia “Vienna”, y “Metamatic” pasó de puntillas para el gran público.
A mediados de los 80, Foxx publicó su disco “In Misterious Ways”. Una obra muy sentimental, de sonido descaradamente pop y con un enfoque más inofensivo y acaramelado, que hace que dicho trabajo esté a años luz de este “Metamatic” de 1980. Parece mentira que ambos discos pertenezcan al mismo músico y que estén separados entre sí en el tiempo por un período inferior a un lustro. “Misterious Ways” no deja de ser un disco muy agradable de escuchar, a pesar de que suene mucho más comercial y veamos unas claras intenciones por parte de Foxx de acaparar un mayor nivel de ventas.
No obstante, el disco que hoy presentamos es importante al ser una de esas obras que conforman los cimientos o, mejor dicho, que forman parte de la prehistoria del techno pop. Es uno de esos lps desarrollados por artistas del Reino Unido, claramente influenciados por el sonido que Kraftwerk ya había patentado unos años atrás. Este trabajo de John Foxx, nos muestra quizás su obra más interesante y arriesgada en solitario. Un prometedor debut que a la larga no se concretó en un reconocido estatus a favor de este hombre.
Al menos, espero que el artículo de hoy les haya servido para adquirir nuevos conocimientos y saber algo sobre un personaje con cierta relevancia dentro del Reino Unido, pero muy desconocido en el resto del mundo, incluyendo nuestro país. Echen un ojo al video de “Underpass” en el portal de youtube como piedra de toque. Si no están muy familiarizados con la música electrónica, o si directamente no son partidarios de este género, no les gustará. Pero si al menos les gusta Depeche Mode o los Pet Shop Boys, no estaría de más que le dieran una oportunidad a este rubio gentleman británico.