En plena eclosión del movimiento techno pop a finales de los 70 y comienzos de la década de los 80, hubo lugar para un gran número de bandas asociadas a las nuevas vertientes de la música electrónica, que unos años atrás habían preconizado los alemanes Kraftwerk desde centroeuropa.
Digamos que en Inglaterra, referente universal de la música moderna, es donde hubo un auge mayor en aquellos primeros ochenta, que a mediados de década retornó a su originaria zona del centro del continente. Sin embargo, cuando la nueva década empezaba a abrirse camino, la avalancha techno pop se producía en las islas británicas, en dura pugna con otras vertientes como la nueva ola y sus múltiples variables como los new romantics, los cuales en mayor o menor medida también adoptaban varios elementos electrónicos para sus primeras obras.
Aquellos días vieron el nacimiento y éxito de bandas como Visage, los renovados Ultravox, The Human League, OMD y también la banda que hoy nos ocupa, el trío formado por Ian Craig Marsh, Martyn Ware y el cantante Glenn Gregory que vino a llamarse Heaven 17.
Es importante puntualizar cómo se formó el grupo. De los primerizos y más experimentales The Human League, se marcharon 2 componentes básicos en aquellos primeros pasos dados por la banda de Phil Oakey que eran Ian Craig Marsh y Martyn Ware, para los 2 juntos formar sociedad en un proyecto que vino a denominarse British Electric Foundation (B.E.F.).
Esta asociación con mucho ánimo de avanzar y abrir nuevos caminos dentro de la música, vino a evolucionar en Heaven 17, tras llegar a un acuerdo con Glenn Gregory para que este cantante se sumara a esta nueva aventura musical. De hecho, en la portada del disco que hemos escogido para esta semana se puede apreciar casi de forma simbólica la firma del acuerdo entre los 3 componentes, con una foto en la que aparecen cuales hombres de negocios con un apretón de manos. En los espacios restantes de la portada, existen otras imágenes que denotan mucha actividad y trabajo. También las proclamas dentro de la misma portada “la nueva colaboración que está abriendo puertas alrededor del mundo”, eran una meridiana declaración de intenciones.
“Penthouse And Pavement” sería la obra de debut de este nuevo trío y el comienzo ya en sí es arrollador de la mano de “(We don’t need this) racist groove thang”. Una pista que destaca por su ritmo de sintetizador de base frenético y por encima varias notas de teclados algo estridentes sobre las que Glenn Gregory se vale de su profundo y solemne registro vocal. Estamos ante un tema eléctrico, con mucho movimiento y que era un perfecto ejercicio musical que incita claramente al baile. En 2º lugar se presenta la canción título que pierde muy ligeramente ritmo respecto a la frenética pista de apertura y en la que hacen acto de presencia por 1ª vez los coros femeninos que serían muy importantes en muchas canciones de Heaven 17. Siguen igualmente resultando del todo interesantes las nerviosas bases instrumentales en algunos momentos. Son 2 temas interesantes para abrir boca en los primeros minutos del disco, sobre todo “(We don’t need this) racist groove thang”, pero será en el 3er. puesto donde encuentro uno de mis favoritos pasajes de “Penthouse And Pavement”. “Play to win” es muy animada a ratos, sobre todo en los peculiares estribillos cuando Glenn hace un sostenido vocal que parece perderse en el espacio y de una forma más grave entra nuevamente la voz diciendo el título de la canción de forma más grave y contundente, pero casi viniendo desde la nada. Los teclados animosos y que a ratos parecen como silbidos, suman al carácter desenfadado de esta pista. Es otro ejemplo de ritmo que caracteriza a esta obra como una obra de larga duración muy bailable en la mayoría de sus momentos. “Soul warfare” muestra un enfoque menos animado y con algo más de misterio en su sonido. Suena más rotunda, principalmente (como siempre) debido a la solemnidad vocal de Glenn y su grave tono de voz. “Soul warfare” supone menos ritmo que la alocada “Play to win”, pero sin duda es otro tema lleno de interesantes matices instrumentales, sobre todo en las partes en las que no hay apoyo vocal, en las que los teclados y sintetizadores son bastante interesantes desde mi punto de vista. Luego se nos presenta “Geisha boys and temple girls” con un curioso ejercicio instrumental de agudas notas de teclado en su primer minuto de duración, que posteriormente redunda en un atípico corte, bastante menos recargado de lo que hemos visto hasta el momento. Glenn igualmente canta de forma más relajada y menos grave en muchas partes, menos en el estribillo que implementa bastante la intensidad en esos momentos. Casi nos encontramos ante un tema en parte electrónico-orquestal, por los sonidos tan peculiares de los teclados que en parte asemejan a los sonidos de un violín. Con esta pieza Heaven 17 hacían bueno su lema de “abrir puertas por todo el mundo”. Como siempre, intercalada más o menos a mitad de la revisión del disco, les dejo la portada de la obra, en la cual podemos ver a Glenn Gregory como todo un satisfecho hombre de negocios.“Let’s all make a bomb” se muestra más oscura y sin lugar a dudas amenazante por la simple traducción literal de su título. Los ritmos son menos luminosos, acercándose a una electrónica más propia de los Human League de unos meses atrás; aspecto por otro lado lógico, al haber formado Ware y Marsh parte de aquellos días iniciales de “la liga humana”. “Let’s all make a bomb” adopta un enfoque más frío, que sumado al carácter también bastante peculiar de su predecesora “Geisha boys and temple girls” hace que los ritmos animados del inicio nos parezcan algo irreal o producto de nuestra imaginación. “The height of the fighting” no me termina de agradar con esos tarareos que surgen después de citar el título del disco. Sonidos punzantes de sintentizador y otros que asemejan a la sirena de una ambulancia, conforma una pieza que redunda en este territorio más deshumanizado de la 2ª parte de la obra. De hecho, “Song with no name” es quizás el tema más desesperado en lo vocal de la obra (sobre todo en los coros) y sigue aportando un sonido de tintes más oscuros a “Penthouse And Pavement”. Musicalmente es quizás la que más me gusta y junto a “Play to win” quizás mi favorita de este disco, conformando las 2, cada una en su estilo, mi particular día y noche del debut de Heaven 17. Llama la atención que esta canción comienza con el estribillo, que es bastante nervioso, alternándose con las partes más oscuras de Glenn Gregory al micro en las que sobre una incipiente base lúgubre electrónica recita sus versos. Se cierra con “We’re going to live for a very long time”, que regresa a los sonidos más desenfadados que protagonizaron los primeros pasos sonoros del disco, pero por otro lado quizás resulta algo cargante en su estructura, sobre todo en su estructura tan repetitiva. No obstante, por el distinto sabor de boca que nos deja, no la considero un mal cierre de disco. En posteriores remasterizaciones de la obra, se incluyen varios temas extra, pero lo que es el álbum principal finaliza aquí.
Este disco que acabamos de revisar esta considerado en la actualidad como uno de los discos más interesantes realizados en aquellos días de explosión techno pop. Yo creo que con justicia. Tuvo mucho éxito y marcaría unos primeros años gloriosos de esta formación, que vería secundado este buen inicio con el éxito de su 2º disco “The Luxury Gap”, principalmente por el bombazo que supuso “Temptation” por su cuenta propia y que se mantendría en “How Men Are”.
Sin embargo, menos algún seguidor habitual del blog, a la mayoría de ustedes no les sonará de nada este grupo o como mucho habrán escuchado de pasada su nombre. El asunto es que la repercusión actual de Heaven 17 es infinitamente menor en nuestro país en comparación con la de bandas como Depeche Mode, Kraftwerk, Ultravox, The Human League, OMD e incluso Visage.
De hecho, el grupo en uno de sus últimos lanzamientos “Before After” hacía una especie de broma en el libreto acerca del olvido en el que han caído con el paso del tiempo, citando literalmente “Heaven 17 todavía están, y siempre han estado”; es lo que suele pasar con algunas bandas, de las que se piensa que ya están disueltas por el simple hecho de que ya no se oye nada de ellas porque no se les presta atención en la 1ª plana de los medios de comunicación. En la actualidad, con motivo del casi 30 aniversario del lanzamiento del disco que hemos revisado, Heaven 17 lo está celebrando con una gira por el Reino Unido y parte de Europa que por desgracia de momento no llega a nuestro país.
Yo les conocí de la mano de “Temptation” cuando vi por 1ª vez “Trainspotting”, en esa escena en la que Renton está en la discoteca buscando alguna chica que sacie su renacido apetito sexual tras dejar de lado las drogas. Luego, en esos dvd’s que les he mencionado ya alguna vez de la discográfica Disky, venía el clip de la canción y pude poner rostro a Glenn y a los otros componentes. Me llamó especialmente la atención el rostro tan afilado y desafiante de Gregory y su repeinado pelo rubio.
Me adentré en el grupo a fondo hace cosa de un año y la verdad es que su historia es bastante interesante. En parte, siguieron una trayectoria parecida a la de OMD, aunque no consiguieran una repercusión tal como la de McCluskey, Humphries y cia. Quiero decir que a partir del año 85 decayó mucho su repercusión de la mano de discos como “Pleasure One” y “Teddy Bear, Duke And Psycho”. Heaven 17 fueron una de esas bandas que les he mencionado que sufrieron un revés a partir de la 2ª mitad de los 80.
Les recomiendo que les den una oportunidad, al menos a la obra que hemos rescatado del grupo para darles la bienvenida al blog. En un futuro revisaremos más obras suyas, ya que creo que tienen su interés. A ver qué les parece este disco, que sin lugar a dudas es una de las obras claves de los inicios del techno pop. A los que no les conocen de nada, les recomendaría que primero les catasen con el visionado y escucha del video de “Temptation” en youtube. No obstante, tras esa primera toma de contacto de la mano de ese tema inmortal de la 1ª mitad de los 80, les diría que se pasaran a escuchar este lp antes que “The Luxury Gap”, que sin dejar de ser un excelente disco, no llega a los niveles de excelencia de esta joya de la música electrónica que hoy hemos revisado.
Y para finalizar, esta tarde, para el que lo desee escuchar, en http://www.ruah.es/ a las 19h, nuestro programa sobre la reina del pop y su disco “Like A Virgin”. Si no, lo prometido era deuda y ya lo tienen disponible en el reproductor lateral como “DMR 1-17”.