Buenos días a tod@s!!
Ya estoy de nuevo por este mundo, ha pasado un año desde el último post que colgué, pero han habido muchos cambios en mi vida y hasta que no me he habituado, dejé un poco apartado el blog. Pero ya estoy aquí con la mismas ganas de antes, para volver a escribiros cada semana.
La entrada de hoy es muy especial para mí, siempre me ha gustado el mundo del maquillaje y disfruto inventando con colores, pero encontrar a gente a la que enseñarle tus conocimientos nunca se me había planteado.
Hace cosa de varios meses, unas amigas me propusieron que les diera una clase para enseñarles a maquillarse, ya que ellas quieren aprender a sacarse más partido.En un principio me sonó raro, porque yo no es que sea una experta y aparte tengo mucha inseguridad en mi misma. Pero son mis amigas y hay confianza, así que, me tiré a la piscina.
Quedamos una tarde en mi casa donde lo tenia todo preparado para que disfrutaran con el maquillaje. Cada una tenia su bote de brochas de ojos y rostro, su espejo, su toalla y su esponja por si estaban habituadas a utilizarla. También puse les puse una caja con discos desmaquillantes por si venían con algo de maquillaje.
En el centro de la mesa, tenían todo tipo de productos separados por sectores: prebase, bases de maquillaje, correctores...
Empecé a explicarles que tipo de productos debían utilizar para su tipo de piel y el acabado que querían conseguir.Son muchos pasos para conseguir un maquillaje correcto y de un acabado perfecto, pero me escuchaban atentamente y en muchas ocasiones con cara de sorpresa, ya que les contaba trucos que ellas desconocían.
Les dejé total libertad para que se pintaran como ellas quisieran y como más cómodas se sintieran, teniendo siempre en cuenta que un maquillaje bonito tiene que quedar fino y lo más limpio posible.
Aquí tenéis el resultado final, lo pasamos muy bien y que decir, que fue todo un honor que confiaran en mí para que les diera esa clase de maquillaje.