Revista Cultura y Ocio
1Q84; pasajes de sexo cada 40 páginas. Razón aquí.
Publicado el 31 marzo 2011 por Mariocrespo @1MarioCrespoAyer me encontré a Haruki Murakami por la calle. Lo reconocí porque estaba rodeado de escritores emergentes que le hacían la rosca y le lamían… Entre ellos estaban XXXXXX XXXXX y demás. En cuanto me vio, vino presto a estrecharme la mano. Nos conocimos en un club de Tokio, nos hicimos amigos porque, según él, fui muy sincero al mostrarle mi preferencia por “el otro Murakami”, Ryu. Le dije que Ryu le daba mil vueltas y se lo tomó bien. Quizá porque estaba rodeado de una comitiva de fulanas que se besaban lascivamente entre ellas. Es posible. Acabamos la noche en el bar de un hotel frecuentado por ingleses borrachos y no recuerdo más salvo unos ojos achinados y dos trenzas, ya por la mañana. Pero volvamos al momento que me crucé con Murakami en los aledaños de Malasaña:-Oye, Crespo, llévame a algún lugar de esos que tú y yo sabemos, jajaja (modo risa vikinga)-A ver, Ryu, digo Haruki, es que… en Valladolid hay muchos, pero nos queda un poco lejos. Aquí en Madrid se estila más la calle. -¿La calle? ¿Te refieres a hacerlo en la calle?-No, hombre, la recoges en la calle y te las llevas donde quieras. -Pero... ¿y le tengo que pagar yo el hotel? -Hombre, depende, si prefieres ir a un piso franco lleno de yonquis, chulos y putillas, te ahorras el hotel... -Pues casi que sí.-Joder, macho, qué tacaño eres... ¡Pero si estás forrado!-Tienes razón, ¿sabes lo que voy a hacer?. A un libro.
-¿Eh?
-A un libro, voy a llevármela a un libro. Me sale más barato. Es más, llevándomela a un libro gano dinero, y todo.