Nuevo batacazo para los New York Knicks tras la derrota en el Garden durante el segundo partido de la serie. Los Celtics, de la mano de un extraordinario Rajon Rondo y del liderazgo y el orgullo de Kevin Garnett en los instantes finales evitaron caer derrotados ante unos New York Knicks sin Billups ni Stoudemire.
El guión de los Celtics para esta primera ronda de Playoffs parece escrito por un alma retorcida, con constantes cambios de escenario y provocando en el aficionado una sensación de agonía que al final provoca la histeria colectiva que tantas veces ha hecho acto de presencia en el Boston Garden.
Anoche la historia vista en el primer encuentro volvió a tomar forma. Con unos Knicks mermados tras las bajas de Billups y Stoudemire posteriormente los verdes no supieron, o no quisieron, cerrar un partido que resultó complicarse en un excesivo grado para los de Doc Rivers.
Rajon Rondo aprovechó el vacío dejado por Chauncey y pasó por encima de un Toney Douglas demasiado preocupado en ser eliminado por faltas. Los 30 puntos anotados por Rajon en el partido suponen un nuevo record de Playoffs para el base de los Celtics. Así mismo, Carmelo Anthony registró uno de los mejores partidos de postemporada en los últimos años firmando 42 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias.
Pero sin duda Kevin Garnett fue una vez más el alma de los Celtics. Dos jugadas vitales en los segundos finales del partido dieron a los Celtics la victoria por (96-93). Primero fue una canasta ante Jared Jeffries, quien venía ejerciendo un auténtico partidazo para más tarde sentenciar robando la bola al propio Jared y hacer gala de su gran conocimiento del juego. Desde el suelo KG solicitó un tiempo muerto que dió aire a los Celtics y medio partido. Aún con el balón en las manos el Garden y el banquillo entero de los Celtics auparon a Garnett a lo más alto, toda la segunda unidad de los verdes saltó a felicitar a "The Big Ticket" conscientes de que nos había dado el (2-0). Luego, saque de banda, error de unos desesperados Knicks y victoria de los Celtics, nuevamente, con la soga atada al cuello pero demostrando el por que son un equipo contendiente al título.
El alero de los Knicks se quedó sólo e intentó por todos los medios poner remedio a un partido loco. Las estadísticas finales revelan un juego pésimo por ambos equipos, pero en particular por los Boston Celtics.
Buena muestra de ello son los tan sólo 37 rebotes tomados por los verdes en contra de los 53 de los Knicks. 20 de ellos ofensivos. Por si fuera poco, escasa por no decir nula aportación de la segunda unidad. Glen Davis sigue estando desaparecido, Jeff Green no se afianza en la rotación y parece carecer de confianza alguna en su juego. Delonte West no es un armador, se obceca en querer mostrar su valía y acaba por restar demasiado al equipo.
Tan sólo el paso adelante de Jermaine O´Neal resulta ser destacado. Su intimidación y un fiable tiro desde los cinco metros hacen de él un jugador imprescindible en el devenir de los Celtics.
En otros aspectos, el pívot Shaquille O´Neal, según un comunicado de los Boston Celtics parece encontrarse mejor de su lesión y viajará con el equipo para el cuarto partido de la serie. Se desconoce si jugará o no, al igual que sí estaría para una posible próxima ronda ante los Miami Heat.