2% de la población mundial es alérgica al gluten

Las personas que con frecuencia presentan malestar gastrointestinal, dolor abdominal, diarrea, vómito y náuseas en la edad adulta y que a pesar del tratamiento no tienen mejoría, podrían padecer de la enfermedad celiaca, un mal que afecta el sistema inmune y causa una reacción adversa en el sistema digestivo.

En los menores de tres años los síntomas son: falta de crecimiento, irritabilidad, distensión abdominal, pérdida de masa muscular e inapetencia.

Se estima que entre 1 y 2% de la población mundial presenta este problema de salud, en el cual la ingesta de productos con gluten ocasiona una inflamación de las microvellosidades del intestino delgado, lo que impide absorber las vitaminas y nutrientes de los alimentos y bloquea la producción de enzimas indispensables para una buena digestión.

Al respecto Sean Alex Trauernicht Mendieta, médico adscrito al Departamento de Gastroenterología y Nutrición del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), explica que la enfermedad celiaca es un problema de origen genético caracterizado por la intolerancia permanente al gluten, una proteína presente en los cereales o en productos elaborados con base en los mismos (pan, galletas, sopas) que conduce a la inflamación de la mucosa intestinal y a la mala absorción de los nutrientes esenciales.

Existe una larga lista de productos elaborados con trigo, cebada, centeno y avena. Dichos granos representan una fuente importante de nutrientes cuando se consumen con moderación. Las personas que tienen la enfermedad celiaca y no son diagnosticados en forma oportuna pueden poner en riesgo su salud.

Enfermedad hereditaria

Trauernicht Mendieta menciona que no se sabe exactamente por qué algunas personas desarrollan este padecimiento, pero sí que quienes lo sufren siempre heredan de un familiar directo un gen en particular que los hace susceptibles a desarrollarlo, el cual se activa aparentemente por la exposición al gluten y/o a una toxina o una infección viral, como la ocasionada por el rotavirus.

También se sabe que existen grupos de riesgo con enfermedades asociadas, los cuales tienen mayor predisposición a manifestarla, como los afectados por diabetes tipo 1, síndrome de Down, tiroiditis autoinmunes o quienes presentan deficiencia de un anticuerpo llamado Inmunoglobulina A (IgA).

La enfermedad celiaca es una intolerancia al gluten de manera permanente y se presenta en sujetos genéticamente predispuestos a padecerla. Parece que la ausencia de lactancia materna, la ingestión de dosis elevadas de gluten, así como la introducción temprana de estos cereales en la dieta de personas susceptibles son factores de riesgo para su desarrollo.

Aunque no existen estadísticas del número de personas con este padecimiento, se conoce que en la población europea y norteamericana existe una de cada 130 personas con esta condición, de las cuales más de tres cuartas partes no se encuentran diagnosticadas. Entre las que sí lo están la prevalencia es de dos a uno para el sexo femenino.

Los síntomas de la enfermedad varían de un individuo a otro y se presentan diferentes cuadros según la edad.Por eso muchas veces se confunde con otras enfermedades y provoca un diagnóstico errado. También hay información engañosa que lleva a las personas a diagnosticarse por ellas mismas como alérgicos al gluten o bien lo toman como una cuestión de moda.

Focos rojos

Sean Alex Trauernicht Mendieta comenta que 50% de los niños mayores de tres años y los adultos no tienen síntomas gastrointestinales, pero presentan otras condiciones como dermatitis, defecto en el esmalte de los dientes, anemia, aftas en la cavidad oral, artritis o artralgias, estatura baja, retraso en la pubertad, osteopenia u osteoporosis, deficiencia de vitaminas, caída de cabello, enfermedades autoinmunes, entre otras.

Mientras que aquellos que continúan con problemas gastrointestinales pueden presentar colon irritable o, de no ser diagnosticados y tratados, desarrollar patologías importantes como linfoma de células T, linfoma no-Hodgkin o adenocarcinoma del intestino delgado, los cuales ponen en riesgo su vida, advierte el especialista.

Para lograr un diagnóstico es importante estudiar una muestra de sangre donde se determinan ciertos anticuerpos que se encuentran con frecuencia en esta enfermedad. De ser positivo el resultado, el diagnóstico definitivo se realiza por medio de una endoscopia con toma de biopsia del intestino delgado, donde el patólogo puede encontrar los datos característicos de esta enfermedad.

A pesar de ser una enfermedad con graves consecuencias, el tratamiento es sencillo, ya que consiste únicamente en evitar la ingesta del gluten presente en los cereales y sus derivados, como harinas, pastas y pan. Sin embargo, es importante saber que muchos otros productos pueden contener restos de estas semillas al ser procesados en los mismos equipos en los que se procesan estas.

Un régimen estricto sin gluten conduce a la desaparición de los síntomas clínicos y de la alteración funcional, así como a la normalización de la mucosa intestinal. De llevar una dieta libre de gluten, los pacientes podrán llevar una vida normal. De ahí que cobre tanta relevancia el diagnóstico oportuno y el apego estricto a la dieta y tratamiento, concluye.

Recomendaciones

El paciente celíaco puede tomar todo tipo de alimentos que no contienen gluten en su origen: carnes, pescados, huevos, leche, cereales sin gluten (arroz y maíz), legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasas comestibles y azúcar. El consumo de productos manufacturados conlleva riesgos potenciales.

En la actualidad es obligatorio especificar el origen botánico de las harinas, almidones, féculas, sémolas y cualquier otro derivado de los cereales, trigo, avena y centeno utilizados. Por ello es conveniente leer siempre la etiqueta del producto que se compra.

Fuente: VertigoPolítico