Siento que aprendo más de mis hijos, que lo que yo les puedo enseñar!
En esta oportunidad deseo compartirles algunas cosas -de las tantas- que he aprendido en estos cuatro años y medio de la mano de mis hijos. Seguramente algunas se sentirán identificadas, y otras tengan muchos más aprendizajes que compartir. Bienvenidas a conocer estas pequeñas y grandes cosas que me han enseñado mis hijos:
1-Me di cuenta que lo que te hayan contado nunca es tan maravilloso como tu propia experiencia.
2-Que el amor se multiplica y el corazón se engrandece cuando nace el segundo hijo.
3-Que la paciencia, la confianza y la tolerancia hacía sí misma, aunado a la intuición se convierten en virtudes realmente aliadas.
4- También he descubierto temores antes desconocidos, alegrías inexplicables, el valor del tiempo, la dulzura de una mirada, entre otras experiencias únicas.
5-Que mi mundo se llena de luz y me derrito cada vez que sus bracitos me abrazan y cuando sus ojitos brillan luego de verme nuevamente (aunque la ausencia haya sido corta).
6-Que la palabra más dulce escuchada jamás sea: “Mamá”… Y que sus abrazos y sonrisas son capaces de borrar todo el cansancio, curar algunos males y mejorar hasta un pésimo día.
7- Que todos los días aguarda una gran aventura, y muchos aprendizajes.
8-Que los “otros” planes siempre, siempre pueden esperar aunque sea un poco, y que para lograr el equilibrio es necesario aprender a organizarse.
9-He aprendido a relajarme y disfrutar de los detalles cotidianos, aunque sean imperceptibles a los ojos de los demás.
10-A valorar (y recordar) muchas cosas que mi mamá decía con la expresión: “sólo lo entenderás cuando tengas tus propios hijos”.
11-Que el amor por los hijos tiene una dimensión incondicional y desconocida, ya que siempre te sorprende que el “dar” viene de una fuente inagotable.
12-Que el gran orgullo también es dado por cosas pequeñas, por ejemplo cada avance, pasito, palabra nueva, gesto, sonrisa, garabato, etc.
13-Que somos mucho más fuertes si estamos juntos, y que esa energía se potencia con la de papá. En otras palabras aprendemos a trabajar en equipo.
14-Definitivamente he descubierto que hay más alegría en dar que en recibir.
15-He aprendido a ser mucho más multifacética, a gestionar mejor el tiempo y a tolerar mis propias limitaciones.
16-A descubrirme sonriendo antes de dormir con sólo reconocer la dicha tan hermosa que tengo a mi lado.
17-Me han enseñado a ser más agradecida.
18-Asimismo, a ser más creativa y que todo tiene solución.
19-También que la felicidad es una infinita colección de instantes.
20-En fin, son tantas cosas que podría mencionar, pero finalmente puedo asegurar que cada día estoy aprendiendo a ser mejor, gracias a ellos y para ellos.
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