20 Personas que no se dan cuenta de la vergüenza ajena que provocan

Independientemente de lo que nos separe, hay algunas cosas fundamentales que nos unen, sin importar nuestra procedencia, color o credo: nuestro amor por las fotos de gatos, nuestro deseo de tener fines de semana más largos y, por último, recordar momentos increíblemente incómodos del pasado que nos hacen estremecernos internamente y dibujarnos una mueca en la cara hasta el día de hoy. ¿Recuerdas esa cosa supervergonzosa que hiciste en el sexto grado/durante esa fiesta en la universidad/la semana pasada en el trabajo? Sí, es hora de volver a pensar en eso.

Sin embargo, lo que es mucho peor es ser incapaz de reconocer cuando alguien está haciendo el ridículo y haciendo que los demás se sientan muy incómodos. A veces, la gente es tan inconsciente que no puede evitar hacer una captura de pantalla de sus mensajes y publicaciones en línea para compartirlos con el mundo. Funciona como una guía perfecta de lo que nunca, nunca debemos hacer, y Bored Panda ha recopilado para ti esta lista de todas las veces que la gente no fue consciente de su propia vergüenza.

Votad las fotos que os han hecho perder un poco de fe en la humanidad y hacednos saber cuál de estas capturas de pantalla os ha encantado u odiado más, queridos pandas. Aunque tened en cuenta que, por muy avergonzados que estemos por nuestros recuerdos de actuar de forma incómoda, es mejor abrazar estos sentimientos en lugar de huir de ellos. Luego, hay que pasar de ellos en lugar de demorarse en ellos constantemente porque es malo para nuestra salud mental. En resumen, tenemos que aprender a ser amables con nosotros mismos. Pase lo que pase.

20 Personas que no se dan cuenta de la vergüenza ajena que provocan

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Bored Panda charló sobre cómo hacer de nuestra salud mental nuestra prioridad en la vida con el psicoterapeuta británico Silva Neves. Explicó que en la base de nuestro bienestar mental están las ideas de que debemos ser compasivos con nosotros mismos y que debemos esforzarnos por hacer del cuidado de nuestra salud mental un hábito diario. "Sé amable contigo mismo", dijo Silva a Bored Panda.

"Creo que deberíamos hacer de nuestra salud mental una prioridad diaria, porque si tenemos una mala salud mental no podemos funcionar en otras áreas de nuestra vida", explicó el psicoterapeuta a Bored Panda que la necesidad de poner la salud mental en lo más alto de nuestra jerarquía de prioridades es muy clara. Si no cuidamos nuestra salud mental, todo lo demás puede venirse abajo.

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"Cuidar nuestra salud mental debería ser una rutina diaria como tenemos una rutina diaria con el cuidado de nuestro cuerpo: ducharse, lavarse los dientes, comer", dijo Silva. Señaló que cuidar nuestra salud mental no tiene por qué llevarnos horas y horas: puede consistir en una serie de pequeños pasos que, sin embargo, tienen un gran impacto en nuestro bienestar.

"Una rutina diaria de salud mental es tomarse un tiempo para respirar profunda y conscientemente, tener un breve momento de tranquilidad y autorreflexión indagando sobre cómo se está, conectar con un buen amigo o una mascota, tomar una taza de té tranquilamente, escuchar tu música favorita (y bailarla si lo deseas), reír. Éstas son sólo algunas de las muchas formas rápidas de cuidar tu salud mental cada día", explicó.

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Hace un tiempo, también hablé con Vanessa Bohns, de la Universidad de Cornell, sobre cómo la vergüenza tiene su lado positivo. Si aceptas la vergüenza en lugar de esconderte de ella, puedes obtener grandes recompensas sociales.

"Mostrar signos de vergüenza leve puede ser socialmente constructivo y hacer que la gente sienta más simpatía por ti ante tu paso en falso", dijo Vanessa a Bored Panda en una entrevista anterior, en la que afirmó que mostrar estos signos puede fortalecer tu relación con la gente que te rodea. Por otro lado, fingir que no tienes vergüenza o sentirte incómodo cuando sí la tienes puede hacer que tu capital social disminuya.

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Sin embargo, Vanessa señala que debemos esforzarnos por evitar que nuestra vergüenza se convierta en bochorno. Aunque sonrojarse un poco está perfectamente bien e incluso es saludable, la vergüenza profundamente arraigada conduce a graves problemas a largo plazo.

"Lo que hay que evitar es que el bochorno se convierta en la emoción más destructiva de la vergüenza, en la que te sientes tan mal por un pequeño error que empiezas a pensar que hay algo malo en ti y sientes la necesidad de desaparecer y esconderte por completo", dijo.

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Así que, aunque metamos la pata y publiquemos algo desagradable en las redes sociales o enviemos un mensaje que haga sentir a los demás muy incómodos, tenemos que aceptar nuestra vergüenza y evitar que se convierta en una humillación. A fin de cuentas, tenemos que perdonarnos a nosotros mismos y centrarnos en nuestra salud mental. Y eso significa ser amables con nosotros mismos sin importar nuestros errores en público. Aunque... ¡eso requiere ser consciente de esos errores en primer lugar!