Estar arruinado se romantiza demasiado. Hay un montón de situaciones distópicas que se enmascaran como historias para sentirse bien. Como la idea del «artista luchador»: nos encanta oír hablar de algún camarero que sacrifica su bienestar material y pone toda su renta disponible en sus proyectos creativos. Pero, en realidad, ¿hay algo de glamour en …