200.- ¿Quien gobierna en mi nombre se tiene que proteger de mí? Algo falla…

Ayer, 23-O, Rajoy salía por la puerta de atrás del Congreso, custodiado por varios de los 600 policías que “protegían” el Congreso.
Creo que es la mejor imagen que se puede dar de nuestra democracia. Una democracia que no es tal. Una democracia representativa donde los representantes pueden hacer lo que quieran, al margen de lo que hubiesen prometido para obtener el voto de los representados. Una democracia donde los representantes están tan alejados de los representados que suponen, desde el punto de vista de éstos, uno de los principales problemas del país, una democracia que tiene poco de democrática…
¿Cómo se legitima el que los que se arrogan todos los privilegios de ser los legítimos representantes del pueblo necesiten toda esa protección? Salvador Allende andaba por las calles de Santiago hablando con la gente y oyendo sus preocupaciones. Nuestros políticos actuales nos tratan como apestados, nos mandan a los perros de presa a golpearnos y evidentemente no tienen ningún interés en oír lo que planteamos aquellos a los que representan, ya que lo que tienen que hacer respecto a nosotros es “protegerse”.
¿Cómo se puede llegar a una situación como ésta, en la que quienes gobiernan en mi nombre se tienen que proteger de mí? ¿no será que en realidad no gobiernan en mi nombre, porque si no no me tendrían miedo?
Pobre democracia, aquella en la que la soberanía parece residir en el Congreso (Bañez dixit, pero otr@s muchos lo creen igualmente, aunque no lo digan) en lugar de en el depositario real de la soberanía: en el pueblo, y en la que los representantes deben “protegerse” de quienes los eligen.