La artista alemana Regine Ramseier ha recogido 2000 de estas flores campestres, cuyo nombre científico es Taraxacum officinale, y con un pegamento en spray ha fijado sus semillas y ha montado una instalación efímera, un jardín interior y misterioso que nos invita a contemplar esta flor desde otra perspectiva, una nube blanca de flores que no son flores que desafiante nos contempla y con la misma magia de siempre nos hace mirar hacia arriba y pensamos... soplar, soplar, soplar... ¡pide un deseo!
