2010: el año en que la crisis financiera sacudió a la zona euro

Nunca la zona euro había sido tan sacudida por tormentas y huracanes financieros como este año. El año 2010 será recordado por la fuerza telúrica que desplegó en Chile y Haití, pero sobretodo por la fuerza con que remeció las bases de la Comunidad Europea al poner en peligro la moneda única, el euro. La crisis financiera puso a prueba los débiles lazos que mantienen unida a Europa y dejó un signo de interrogación sobre el futuro.
Las protestas en Grecia, Francia, Irlanda y España marcaron una característica del 2010. Una característica que se puede ir intensificando a medida que los problemas de la deuda soberana, los recortes de gastos, y los planes de austeridad potencien el malestar social. La deuda soberana ha sumergido a países como Grecia e Irlanda, y está en suspenso la situación de Portugal y España.
Iain Begg, de la London School of Economics, sostiene en esta entrevista que el euro mostró que puede capear el temporal. "Esta es una característica de la manera en que Europa funciona. Se espera a que algo vaya mal para que luego en el proceso de encontrar una solución se avance hacia un mayor grado de integración, sin dejar de respetar los derechos de los estados miembros".
Hasta las economías más fuertes de la UE, como Francia, se enfrentan al tema de la deuda soberana. Los recortes en el gasto público han provocado repetidas huelgas y protestas masivas. Incluso Alemania, la gran locomotora de la UE, dudó antes de usar el dinero de los contribuyentes para rescatar a otras economías heridas de muerte. Esto acelera el proceso de integración europea, un continente que después de dos guerras mundiales debe buscar la manera de crear la unidad política y económica que necesita.
Desafortunadamente, la necesaria solidaridad ha sido erosionada por la crisis financiera. "Los electorados de los países que se han planteado para garantizar préstamos a los demás Estados miembros están muy resentidos porque piensan que no debimos hacerlo", señala Simon Tilford. Y esto hace que la situación sea mucho más difícil para los gobiernos, por eso será uno de los temas centrales del próximo año.
Vanessa Rossi, del grupo de investigación Chatham House, dice en el año 2011 Europa tendrá que decidir sobre la fuerza de los lazos que lo mantienen unido. "La elección aquí en el sistema es para los Estados miembros a decidir, ¿se va a tener un club en el que se garantiza a cada miembro a cualquier precio y ante cualquier circunstancia?. ¿O se va a tener un sindicato donde se acepte que los Estados miembros a veces pueden tener dificultades y que los inversores de los Estados miembros deben compartir parte de los costos cuando se requieran planes de reestructuración?".
Estos son los temas que se deben plantear para el futuro y que no fueron resueltos el 2010, el año que puso en jaque a la zona euro. El peligro de la desintegración está latente. Y ese podría ser el final de un sueño largamente construido durante décadas.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización