Aún recuerdo aquella intervención entre emotiva y meditada. La comparto con todos los que siempre caminaremos juntos, y con todos aquellos que comparten el destino.Para este próximo año espero que aunque no se cumplan nuestros mejores deseos, el de soñar siga siendo posible. Salud
Anoche, cuando volví a esta plaza, os vi durmiendo en ella. La mayoría jóvenes, gente despierta; chicos y chicas llenas de fuerza. Unos decían de vosotros que erais la generación perdida; pero yo os digo que habéis rejuvenecido la nuestra. Otros, os llamaban la generación Ni-Ni. Supongo que porque no tenéis NI miedo, NI rechazo a los demás...Hoy, no veo por aquí ningún saco de dormir; todos, son sacos de soñar. Porque tomar la calle fue como cumplir un sueño: ni un insulto; ni un político opotunista; tampoco vi a ningún banquero por aquí, ni a ningún sindicalista... Sólo te vi a ti: Manos arriba; Pueblo Libre y Soberano, ¡de qué eres capaz cuando despiertas!El éxito ya es bastante. Pues, sin más capital de movilización que la Red que, aun no siendo libre, es más democrática que la sociedad que nos dictan unos polos mayoritarios, por primera vez, todas las voces se hicieron una. Por fin he visto un sueño: que nadie duerme por siempre a un Pueblo. Y me viene el miedo, ¿sabéis...? Me viene el miedo a que creas que esto ya ha terminado; pues apenas ha comenzado. Me da miedo que creas que va a ser fácil todo este movimiento; pues recuerda que Libertad es hija de Solidaridad y Sufrimiento. Pero, sobre todo, lo que me da más miedo es que ahora que todos vieron tu poder, unos pocos te pongan dueño. Hoy hemos tomado la calle; ¡Ganemos mañana el cielo!No creemos en nuestros políticos, pero necesitamos un Gobierno. Ahora es cuando no nos debemos dejar engañar por ese collar que querran poner en nuestro cuello. ¡No somos mercancía con la que juegan políticos ni banqueros! Por tanto, os pido que no vendais a ningún Capital lo que es de todos y no tiene ningún dueño.¡La Libertad del Pueblo no tiene precio! No queremos un modelo que no funciona simplemente porque nos digan que es lo menos malo. Porque no somos idiotas ni conformistas. Si sabemos qué es bueno queremos y debemos luchar por tenerlo. En eso consiste crear un mundo mejor: en creer que existe ese mundo. ¡Yo lo quiero! Y no lo quiero sólo para mí, sino para todos nosotros... Y para los que vengan después; que estén orgullosos de lo que vivimos en esta primavera; y, sobre todo, para que también ellos tengan primaveras.