Negarlo sería contradecir las evidencias. 2012 ha sido un
año difícil con más complicaciones que alegrías.
Un año con menos proyectos y colaboraciones de los esperados
aunque todos ellos muy interesantes. Incluso en la mayoría de los que no se
concretaron mereció la pena preparar la propuesta.
Un año en el que he tenido la oportunidad de colaborar con
grandes profesionales del sector que me han demostrado una vez más la
importancia de las personas y el trabajo en equipo.
Un año excelente en lo deportivo. Tres cursas de 10 Km, dos de bicicleta de montaña, la primera cursa de trail de +20 Km, la Media Maratón de Barcelona y la Duatló de
Muntanya de Queralbs-Núria completan un balance muy superior al que me había
fijado al empezar el año.
Pero 2012 también ha sido un año para reflexionar. Para
pensar cómo mejorar en lo profesional. Cómo cumplir las expectativas de quienes
deciden confiar en mi. Cómo ayudarles con sus objetivos personales y
profesionales. En definitiva, un año para decidir el camino a seguir.
Un año en el que seguí confirmando que muchas veces de quién
más aprendes es de quién menos te imaginas, que las personas que verdaderamente
te aprecian siempre están ahí para ayudarte cuando lo necesitas y que los
pequeños detalles también son importantes.
Feliz 2013!