2013. El año que nos venció la iglesia católica

El año 2013 debería pasar a la historia de España como el año que la iglesia católica se impuso al pueblo en pleno siglo XXI para llevar -al pueblo, ellos siguen el medieveo- al siglo XVII.  La iglesia ha dejado atado y bien atado a un país que lejos de ser laico ahora se encuentra bajo el yugo de la genuflexión moral, social y económica. Todo una reforma conservadora, la de 2013, que sin duda debió ponerse en marcha entre el PP y la Conferencia Espiscopal para actuar de forma coordinada.

Ya he comentado en escritos anteriores que la mal llamada crisis -no es una crisis es una estafa- entre otras muchas cosas no hace otra cosa que dotar a la iglesia catolica de una enorme cantera de pobres  mientras la iglesía sigue apropiandose de los millones de euros en ayudas al desarrollo, riesgo de exclusión social y  de la educación,  amén de las ventajas fiscales con las que viene disfrutando desde tiempos de la dictadura.  Y todo ello bajo la mayor de las opacidades. La iglesia tiene derecho de pernada. No sólo no paga tributos al Estado, además no informa, ni tiene intención de ello, sobre sus presupuestos, ingresos, etc…

La mejor defensa, un buen ataque.

La iglésia está en los medios y no por las reclamaciones -legítimas- que se le pueda hacer en:

- Transparencia sobre sus cuentas,

- Igualdad de trato y fiscal con las entidades laicas

- Legalidad, pues incumplen constantemente  la ley  al interferir constantemente en la labor legislativa de foma pública y notoría e impedir que España se desarrolle como un autentico país laico.

No, cuando la iglésia está en el candelero, lo está para sembrar el odio y llamando -de forma subliminal y algunas veces de forma directa- a  la insumisión. Y aquí, en España, no pasa nada.

No tienen bastante con la Ley de Ayatolás sobre el aborto y de disponer de una nueva Ley de educación a su medida, además atacan de forma virulenta a los gays, incitando poco más que al odio.

Las declaraciones, sobre los matrimonios gays, del arzobispo de Castellón son de juzgado de guardia:

• Incita al odio al decir publicamente que las parejas gays <<fomentan el ‘desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia>>

• Se apropia del concepto de familia que no puede venir impuesto evidentemente por la Iglésia. <<De la comunión del hombre y de la mujer en el matrimonio, surge la familia >>

• Más incitación al odio  y más apropiación de ideas al considerar que ‘se han puesto las bases para la destrucción del matrimonio y de la familia‘

• Y finalmente, lo más aberrante, cuando cree que <<el matrimonio gay deriva en violencia y en hijos con ‘perturbaciones’>>

¿Hasta cuando semejante doble rasero que permite a  los jerarcas de la iglésia atacar de forma sistemática a seres humanos por razones de sexo? ¿Realemente no se entiende que la iglésia pretende sembrar el ODIO para imponer su voluntad?

En pleno siglo XXI, no sólo no se habla de normalizar y democratizar una institución como la iglésia (que no es democrática, es sexista-machista y nada transparente) !todo lo contrario! los gobiernos conservadores siguen sus directrices y los más progresistas (sic) no tienen valor de enfrentarse a una institución que es un lastre moral, político, social y economico para España.