Continuación…
Descubriendo lo esencial
Y, como en estos últimos años pasados, he seguido descubriendo lo esencial de mi vida y sacándome de encima lo accesorio, que solo distrae y entorpece. Así, día a día este año me ha regalado la libertad ante los condicionamientos que habían -desde siempre- invadido y dominado mi vida. Tanto los materiales (hoy no tengo nada que me obligue, en algún sentido), como los emocionales, que durante años condicionaron mis actos, muchos de ellos atrapándome en el pasado, no siempre demasiado grato, pero que siempre deja alguna secuela.
Y es precisamente esa libertad la que me ha regaldo la capacidad de amar de verdad y la siempre posible felicidad consiguiente, aunque sea a ratos, todo un privilegio en los tiempos que corren. Estoy descubriendo que la felicidad no es el resultado de un esfuerzo ingente, sino algo que fluye desde el interior cuando eres capaz de dejar de resistirte a ella. Tantos años buscándola y resulta que siempre estuvo aquí, conmigo, en mi interior. Y este año me ha propiciado momentos singulares y mágicos para darme cuenta de ello e incluso me permitió compartirla con quien amo. También estoy aprendiendo que la felicidad crece cuanto más se usa y más se comparte, con amor!
El escenario
Desde luego, si ha habido algo realmente cambiante durante este año ha sido el escenario en el que vivo. De hecho la vida es continuamente cambiante, nos guste o no. Todo en mi vida y a mi alrededor está “patas arriba”, dislocado y/o en profunda transformación, en muchos casos, afortunadamente. Cambio de trabajo, el amor, cambio de vida en muchos sentidos… Y si algo he aprendido en este año 2014 es a aceptarlo así y a confiar en que la vida discurre como debe, aunque nos empeñemos en creer lo contrario.
Escenario revuelto. Año de cambios políticos, sociales, de todo tipo. El Sistema político y económico se rompe a trozos y surgen nuevas fórmulas, con la consiguiente resistencia al cambio por parte de algunos. Año de muestras de solidaridad, en todos los sentidos y propiciados por una crísis que sigue entre nosotros. Es una crísis de Sistema, luego pemanecerá durante bastante tiempo en nuestra vida, más vale acostumbrarnos. Se lleva consigo el consumismo irresponsable y desmesurado, la vanidad, la irresponsabilidad ante el medio ambiente, el ansia solo por tener y acaparar, olvidando que la riqueza -como la vida misma- se gasta si no se reparte y comparte. Y aparecen cada día más nuevas, disruptivas y revolucionarias fórmulas de colaboración, solidaridad y eliminación de paradigmas arcaicos que solo nos privaban de nuestra dignidad, de nuestros derechos fundamentales y de nuestra libertad.
Pero sobre todo he aprendido que esto solo es el paisaje temporal que adorna mi vida y/o que me ayuda a crecer como persona, cada día más, aunque a ratos me produzca incertidumbre y miedo. Pero es cuando uno debe aprender a tener confianza…
Seguirá…