Giorgio Armani parece haber dejado atrás su influencia asiática, que ya empezaba a resultar aburrida, y en esta ocasión nos presenta una colección en la que los colores juegan un papel esencial. Me alegra ver color en Armani y no el negro, azul marino y rojo de siempre. No puedo decir que me haya apasionado, pero había cosas bonitas.
Créditos: Vogue.