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2018 actualidad // Miguel Benavent de B. // Opinión // Personal
2017: LECCIONES DE Y PARA LA VIDA
Escrito por Miguel Benavent de B. Sin comentariosEn nuestra vida hay años especialmente extraños, por lo imprevisibles. O tan solo sea porque la vida siempre es imprevisible y le gusta sorprendernos, a pesar de nuestro empeño por pretender entenderla, anticiparla o controlarla, para sentirnos seguros y cómodos. Pero a veces, la vida se resiste a ello y hace todo lo que está en sus manos (que es todo) para mostrarnos que ella es quien manda…
Este ha sido mi año 2017. Un año incierto en lo aparente y firme en lo esencial. El escenario no podía haber sido más caótico e incierto, humanamente hablando. O sí podía, pero le agradezco que no me pusiera más a prueba! Lo que hasta entonces habían sido mis “resortes” o “referentes”, han desaparecido para dejarme sólo, vulnerable y, por qué no admitirlo, sí a ratos también con miedo, rabia o tristeza, pero desnudo ante la vida misma y habiendo descubierto también que ninguna de esas emociones son beneficiosas para seguir adelante. Tal vez debió ser así para aprender y/o ratificar qué es lo verdaderamente esencial en mi vida. Los escenarios cambian, pero lo fundamental permanece si llevas tu corazón abierto y sin miedo.
En este pasado año he habitado en 4 o 5 viviendas diferentes, en diferentes lugares, algunas incluso fuera de Barcelona. En ellas descubrí que una vivienda no es un hogar, aunque te empeñes en ello. Hogar es donde tienes tu corazón, no hay más, esté donde esté. Pero a la vez, en estas migraciones involuntarias descubrí el valor de ciertas personas amigas que, sin esperar nada a cambio, me brindaron su amistad y su apoyo, cuando lo necesitaba. Resulta que nunca estamos tan solos como creemos…
Mi año “nómada”, además, me ha permitido pasar unos meses de invierno y primavera en el Ampurdà, disfrutando del buen clima, la naturaleza e infinidad de paseos ante el siempre inspirador mar. Y eso me ha permitido reconectar con la vida a través del mar, que es su gran metáfora.
También he aprendido que, lo que tiene que pasar en la vida, acaba pasando, nos guste o no, mejor aprender a no juzgarlo. Tal vez no seamos siempre capaces de entender el por qué, pero cuando uno aprende a confiar en la vida, sabe que todo tiene su profundo sentido y que es en nuestro corazón donde hay que buscarlo, nunca fuera.
Y resistirse a vivir lo que la vida tiene previsto para nosotros en cada momento es la manera más eficaz de sufrir. Y, digan lo que digan algunos, no hemos venido a esta vida a sufrir, sino a a aprender día a día a ser felices, de verdad!
El día que aprendes a no resistirte a la vida que viene, aprendes a fluir con ella y a descubrir momentos y lugares nuevos o revisitados, desde el corazón. Y la vida se amplía, porque desde el corazón todo es más grande que en nuestra estrecha mente…
Y cuando la vida se expande, el miedo a lo desconocido desaparece, todo te parece que forma parte de un maravilloso puzzle en el que tú eres una simple pieza más entre miles o millones, y que, cada vez que mueves esa pieza, el puzzle entero se recompone para seguir conformando tu destino…
Y te sientes privilegiado por ser parte necesaria de ese gigantesco puzzle que es el Universo, en el que tú eres siempre una pieza única e irrepetible, como todos los demás que forman directa o indirectamente parte de tu vida.
Y eso te enseña a no ser tan duro contigo mismo, en tus apreciaciones, aciertos y errores, ni con los demás. Te enseña a que, cada vez que tú mandas sobre las circunstancias, tus condicionamientos adquiridos y tu propio pasado pasado, tienes una nueva oportunidad de acercarte a ti mismo, hoy y aquí, una vez más. Y la vida, con sus luces y sus sombras, no es más que la suma de oportunidades para amarte, amar y ser feliz, hoy!
Y la suma de momentos de felicidad crean una vida feliz, en ti y en los demás. Todo lo demás es accesorio y cambiante, tanto los escenarios como las circunstancias, los días del calendario o los logros efímeros que solo llenan la vida de vacío, de pensamientos que repiten y repiten viejos patrones y, sobre todo, llenan de temas las conversaciones de los demás!
Al fin y al cabo, tal vez no sean lecciones magistrales, pero si son una buena simiente para empezar un nuevo año 2018…