Chitwan es una extensión de casi mil kilómetros cuadrados situada a los pies de la cordillera del Himalaya que representa una región casi virgen de los valles de Terai que históricamente fueron frontera con la india porque sus habitantes sufrían una extraordinaria incidencia de la malaria y esto impedía el paso a los indios.
Cuando toda esa zona estaba infestada por la enfermedad de la malaria, allí solo vivía la etnia Tharu, que en la actualidad es una minoría en Nepal y la tribu mas representativa en el parque de Chitwan. Los tharu tienen una resistencia a la malaria siete veces superior a la habitual y esta zona húmeda con tantos ríos y pantanos era su reserva idónea, libre de la competencia de otros grupos sociales.
Conocía que este espacio es uno de los pocos lugares donde subsiste el rinoceronte asiático de un solo cuerno y uno de los últimos refugios del tigre de Bengala. Es el primer parque de Nepal y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984 por la Unesco. El mejor conservado de toda Asia aunque está solo a 170 km de Kathmandu.
Chitwan es una llanura que no supera los 150 metros de altitud y tiene un clima tropical con temperaturas agradables. En los días que estuve allí, no me fue necesario utilizar el ventilador de techo o el aire acondicionado con que contaba la habitación del hotel, eso sí, el chubasquero y las botas absolutamente necesarias. Ya sabéis, en Nepal lluvia y sol no faltan.
A Chitwan me acompañaron María y Dipak. Nos alojamos en el hotel Parkland que estaba muy bien situado y cuenta con unos jardines preciosos y unas habitaciones que te hacían pensar en películas como Memorias de África o alguna otra de Indiana Jones. Desde allí con el personal del hotel, accedíamos de forma rápida en sus vehículos a los puntos de partida de los distintos Safaris para descubrir los secretos de esos parajes, andando por la selva, en canoa o a lomos de un elefante.
Muy cerca del hotel se pueden ver construcciones de paja de la etnia Tharu que se denominan "machan". Después de cenar se puede ver un espectáculo y presenciar la danza de los palos que era utilizada para alejar de su poblado a rinocerontes y tigres. Una parte de cultura esencial para comprender el modo de vida de los habitantes de la zona.
En el Parque de Chitwan se disfruta de una espectacular vegetación, árboles de sal, árboles de algodón con los que construyen las canoas de más diez metros de longitud en la que subimos unas doce personas, lianas, hierba de elefante, cañas de bambú, todo enorme. Pero sin duda lo que más me llamó la atención es su fauna y entre las numerosas especies que pueblan Chitwan, el rey es el enorme rinoceronte asiático de un cuerno, que pude ver a lomos de un elefante, un sistema muy eficaz para poder acercarse a este animal protegido sin provocarlo.
Existe la posibilidad de cruzarse con algún tigre de Bengala, pero no tuve suerte, únicamente pudimos ver sus huellas en la senda por la que caminabamos. Lo que si pude conseguir es ver y fotografiar los cocodrilos de los pantanos, sambares y antílopes. También es interesante visitar el centro de cría de elefantes que se hace muy atractivos para conocer de cerca estos animales.
Tengo que destacar una excursión en canoa durante la tarde, un regalo de María y Dipak. En la canoa solo nosotros tres, el guía y el conductor de la embarcación solamente. Maravilloso poder navegar y dejarse llevar por la corriente en silencio pasando a pocos metros de las enormes mandíbulas de los cocodrilos.
Para poder ver perfectamente la fauna y las aves en Chitwan y dar rienda suelta a mi Nikon D7100 y el Tamron 150-600mm en un buen Safari fotográfico en Chitwan, es necesario hacerlo cumpliendo las más elementales normas y cuidado, con un guía que conozca el entorno, en silencio, despacio, sin alarmar a los animales.
De ese modo pudimos acercarnos y conseguí desde la canoa en el sistema fluvial Narayani-Rapti unas buenas fotografías de Gaviales y cocodrilos de las marismas, así como un buen número de aves en la “Senda Bird” por la selva y las praderas del parque natural.
Chitwan ha sido una pieza importante en mis “21 días en Nepal”, un viaje hasta allí sin visitarlo, hubiera representado un viaje incompleto. Una parte de selva, vegetación exuberante, árboles inmensos, fauna salvaje…, que después de bajar del Trekking de Ghorepani junto a los Annapurna representaba un cambio radical en el viaje.
Podría decir que Chitwan ha sido mi primer Safari fotográfico. Aquí os dejo algunas de las imágenes del parque y los enlaces para compartir con vosotros y vosotras las mejores fotografías de aves en la senda bird o caminata de pájaros y de fauna salvaje a pie y a lomos de los elefantes que pude hacer entre las 700 especies de vida silvestre que viven en Chitwan.
Instalaciones del Elephant breeding center, Chitwan National Park, Sauraha (Nepal)
Seguir viaje: "21 días en Nepal" "La Boda estilo hindú" "El proyecto de La Escuela"
Fotografía - Senda Bird en Chitwan (en preparación) Fotografía - Safari Canoa en Chitwan (en preparación)