De todos ellos, la fibra de alpaca es la más valorada, caracterizada por su resistencia, suavidad, finura y ligereza.
Existen dos razas de alpaca, la huacaya y la suri. La primera se caracteriza porque el pelo crece de manera perpendicular al cuerpo, mientras que en la segunda el pelo crece paralelo al cuerpo.
El proceso que se realiza para la elaboración de lana para tejer es el mismo que el que se realiza con otros tipos de fibra, con las mismas particularidades que tienen otras fibras finas (prestar atención a su manipulación para que no se afieltre en el proceso).
Una vez esquilada se divide en tres partes: cuello, manta y patas. Se lava de manera suave y se deja secar. Después, se escarmena para preparar la fibra para el cardado. Una vez cardada está lista para hilar tanto en huso como en rueca.
La gama de colores naturales es muy amplia. Desde el blanco al negro, pasando por un gran abanico de beige, marrón, marrón oscuro... además de esta gama, en la alpaca podemos encontrar el color gris y sus variantes.
La cantidad de fibra obtenida de una alpaca en la esquila es variable, dependiendo de su edad y su sexo. Por ejemplo, la alpaca baby (aquella que se esquila por primera vez) produce en torno a 2kg pero será la más apreciada por sus características y el precio es más elevado que el de la fibra procedente de una alpaca adulta.
Las madejas de lana de alpaca de buena calidad son muy apreciadas por las tejedoras, resultando muy agradables al tacto porque son muy esponjosas y cálidas.
Existen dos razas de alpaca, la huacaya y la suri. La primera se caracteriza porque el pelo crece de manera perpendicular al cuerpo, mientras que en la segunda el pelo crece paralelo al cuerpo.
El proceso que se realiza para la elaboración de lana para tejer es el mismo que el que se realiza con otros tipos de fibra, con las mismas particularidades que tienen otras fibras finas (prestar atención a su manipulación para que no se afieltre en el proceso).
Una vez esquilada se divide en tres partes: cuello, manta y patas. Se lava de manera suave y se deja secar. Después, se escarmena para preparar la fibra para el cardado. Una vez cardada está lista para hilar tanto en huso como en rueca.
La gama de colores naturales es muy amplia. Desde el blanco al negro, pasando por un gran abanico de beige, marrón, marrón oscuro... además de esta gama, en la alpaca podemos encontrar el color gris y sus variantes.
La cantidad de fibra obtenida de una alpaca en la esquila es variable, dependiendo de su edad y su sexo. Por ejemplo, la alpaca baby (aquella que se esquila por primera vez) produce en torno a 2kg pero será la más apreciada por sus características y el precio es más elevado que el de la fibra procedente de una alpaca adulta.
Las madejas de lana de alpaca de buena calidad son muy apreciadas por las tejedoras, resultando muy agradables al tacto porque son muy esponjosas y cálidas.
Imagen de Mi Planeta de Lanas