En los evangelios denominados gnósticos, que fueron suprimidos por los padres de la Iglesia para evitar conflictos en las ideas que empezaban a consolidarse, Jesús no es un hombre soletero ni machista.
Entre sus seguidores se encuentran muchas mujeres, y una de ellas sobresale. Su nombre es María Magdalena, y para muchos, ayer y hoy, era la consorte de Jesucristo.
En textos como el Evangelio de Felipe, María Magdalena no solo era la compañera de Jesús, sino que también se menciona la existencia de descendencia de ambos: "existe el misterio del Hijo del Hombre y el misterio del hijo del Hijo del Hombre".
La leyenda de María Magdalena sobrevive hoy en día en las antiguas iglesias de Europa, especialmente del sur de Francia, donde se dice que ella llegó huyendo después de la Crucifixión de Jesús. Allí los templarios dejaron plasmadas sus creencias secretas, consideradas herejías por la Iglesia.
No es necesario creer o declarar que María Magdalena fue la esposa de Jesús para reconocer la importancia de su papel en el cristianismo, tanto en el primer siglo como hoy en día, cuando a la mujer todavía se le niega un lugar equitativo en algunos aspectos de la vida cristiana. En este documental encontrarás información sobre su historia.