Diseño especial de Paula Bonet para Sant Jordi.
Por eso, y porque desde entonces hasta ahora mis lecturas y mi percepción hacia el trabajo que hay detrás de un libro ha evolucionado a pasos de gigante, quiero felicitaros a todas y a todos por el Día del Libro. Especialmente a todas, sí, a todas las que dirigís con profesionalidad una empresa dentro del mundo editorial, a todas las que creen en los libros y luchan por que éstos se publiquen, a todas las que traducen para que las lectoras/es accedamos con facilidad a la cultura, a todas las que con sus ilustraciones embellecen cada página, a todas las que difunden el amor por los libros a través de las redes sociales, a todas las que venden todo ese saber y se pasan horas de cara al público, a todas las que custodian lomos y lomos en edificios construidos para ese fin, a todas las que transmiten su pasión por la literatura a través de conferencias, a todas las que un día tomaron la decisión de plasmar sus inquietudes y opiniones sobre el papel, a todas las que dejaron volar su imaginación, a todas las que tienen el poder de la rima, a todas las que imaginan a sus personajes sobre un escenario, a todas las que informan sobre lo que se cuece en el mundo del libro, a todas las que dedican su tiempo a rescatar esas mujeres sepultadas por la historia, a todas las que luchan por un mundo en el que las mujeres podamos inspirar a las futuras generaciones. A todas ellas, felicidades y gracias, pues sin vosotras este día no sería posible.
En un mundo tan apasionante como el de los libros, es importante que se reconozca vuestro trabajo tantas veces silenciado o invisible para el resto de los mortales. Que este 23 de abril no se convierta en uno más, hagamos de él un día especial, pero también feminista y reflexivo. Que las palabras de Emily Dickinson sean nuestro lema.
Juntas mataremos al Dragón.
¡Feliz y reivindicativo Día del Libro!