Este día es también la Diada de Sant Jordi, tan esperada y celebrada por los amantes catalanes. En esta fecha se festeja el día del amor. Y como cualquier festividad, esta también tiene su leyenda. Una leyenda preciosa y romántica que seguro que habréis escuchado en algún momento de vuestra vida:
Cuenta la leyenda que la ciudad de Montblanc vivía aterrorizada por un gran dragón que asustaba a todos y causaba daños entre la población y los animales.
Para tranquilizarlo, los habitantes de Montblanc acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y para ello, todos los días se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón.
Uno de esos días la mala suerte le tocó a la hija del rey. Ella era una mujer joven y bella muy admirada por los habitantes del pueblo, en especial por su padre quien se resistía a entregarla en sacrificio. Al ver el sufrimiento del rey muchos ciudadanos se ofrecieron para reemplazar a la princesa, pero el rey se negaba a que otros tuvieran que pagar por la suerte de su hija. Además, él era consciente de que su hija hacía parte del pueblo y por tanto debía seguir las normas que hasta el momento se habían pactado.
La princesa abandonó la ciudad. Caminado sin prisa en dirección hacia el gran dragón, la princesa se detenía algunos instantes para mirar su pueblo con gran tristeza y resignación. De pronto, cuando menos lo esperaba, apareció un joven caballero con armadura montado sobre un caballo blanco. Al verlo, la princesa le informó de los peligros que podía sufrir estando en ese lugar, pero el caballero se negó a abandonarla y le dijo que él estaba allí para salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo.
Este caballero llamado Sant Jordi, se enfrentó al dragón tan pronto este apareció. Libraron una gran batalla hasta que el caballero le incrustó una gran lanza al dragón. De la sangre que derramó el dragón nació un hermoso rosal que Sant Jordi entregó a la princesa después de haber ganado la batalla.
De esta manera nace la tradición de Sant Jordi, en la que el 23 de Abril los enamorados les regalan una rosa a sus amadas, y ellas les corresponden con un libro.
Qué lástima no estar este año en Barcelona y disfrutar de un maravilloso paseo por el Passeig de Gràcia, lleno de gente, paraditas de libros y de rosas. Y también de la firma de libros que se lleva a cabo durante todo el día en diferentes espacios. Sin duda es un día magnífico para pasear entre la multitud a la salida del trabajo o de las clases.
El 23 de Abril se festeja también el Día de Aragón. Un día lleno de actos constitucionales, y también un día dedicado a nuestro patrón. Y que mejor manera de rendirle homenaje que haciéndolo de la manera que mejor sabemos: cantando y bailando La Jota de nuestra tierra.
Como podéis ver, en un día como este tengo el corazón partido. Me encanta ponerme mi traje regional y pasearme por mi tierra, y también disfruto paseando con la rosa y comprando un buen libro a mi amado.
¡FELIZ 23 DE ABRIL!
Fuente: http://www.clubparenting.com/conoce-la-leyenda-de-sant-jordi.html