“Déjame que beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás”, decía José María Aznar hace unos años, como podíamos ver en El País del 3 de mayo de 2007.
Y, como en otras tantas cosas, sus acólitos le hacen caso. De Carromero a Miguel Ángel Rodríguez, quienes no hacen daño a los demás después de beber tranquilamente. Bueno, al menos MAR, que no ha matado opositores cubanos.
Salud.