2377.- A vueltas con las extraescolares.

Como cada principio de curso, aquí estoy dándole vueltas al tema de las extra escolares. No quiero cargarles con infinidad de ellas para que las aborrezcan y no quieran continuarlas al año siguiente con la pérdida de dinero que ello supone ya que, si las pago un año y luego no las continúan, dinero de ese año totalmente perdido y conocimientos al baúl de los recuerdos. 

Sólo hay una extra escolar que es sí o sí obligatoria y es, el inglés. Su colegio no es bilingüe aunque ya van teniendo muchas horas lectivas de inglés. Sin embargo, siempre hay que reforzarles el otro idioma. Ahora y en estos tiempos que vivimos, dos idiomas son pocos. Nuestros hijos deberán ser trilingües para poder competir el día de mañana por un puesto de trabajo. Si es que siguen exisitiendo los puestos de trabajo como los entendemos hoy en día cosa que estoy empezando a dudar.
El caso es que el pequeño ya no quiere seguir con judo. Ahora le ha dado por la batería. Pero no quiero apuntarle a batería porque es carísima y estoy segura que el año que viene me va a decir que pasa de la batería y que quiere piragüismo... Podría obligarle a que siguiera con el judo pero ¿qué gano con eso? Sólo peleas y malas caras. Total que creo que le voy a apuntar a Escuela Deportiva que practican varios deportes durante todo el curso y suele gustarle a todos los niños.
Además, luego en casa, también juegan al padel y los domingos tienen clase de golf. Y en el cole son asignaturas obligatorias durante toda la primaria, la educación física y la natación.
Muchos deportes estaréis pensando. Sí. Pero es que, al igual que con el inglés, quiero que el deporte sea para ellos algo natural y necesario. Tanto como el comer o el dormir. Porque será fundamental para el buen funcionamiento de su cuerpo y de su salud. Y no quiero que les pase como a sus padres que, cada vez que toca salir a correr o ir al gimnasio, sentimos una pereza inmensa y las mismas ganas de hacer deporte como de suicidarnos o de salir en bolas a pasear bajo una intensa nevada. ¡Un horror vamos!
Es por esto que también centro mucho sus extra escolares en el deporte. Los mayores incluso están aprendiendo buceo con su padre también. (Sí, con su padre también, yo paso que me da cague y el golf me aburre soberanamente. ¡Menos mal que el padre se apunta a todo!)
Por otro lado, la niña está apuntada a clases de música con instrumento. Con guitarra clásica para precisar. Lleva toda la vida. Desde que era pequeña. A ella le gusta bastante y quiere continuar y por supuesto, que si ella quiere, continúa. Es imprescindible su compromiso si no, vuelvo a lo de antes, dinero perdido.
Y el mediano, pues además de como sus hermanos, golf, padel, buceo... adora el fútbol. Así que, creo que hay una madre que les va a apuntar a no se qué liga que monta la Comunidad de Madrid con el periódico Marca y él, junto con sus amigos, han formado un equipo que entrenan en los recreos del cole y que se ha diseñado su propia camiseta y han elegido su propio nombre. ¡Está como loco y súper ilusionado!
Total, que mi vida es un fandango entre colegios, fiestas, extra escolares, quedadas con amigas que ya empiezan también, celebraciones familiares y por supuesto, aunque ya casi por último, los deseos de su padre y madre, osea nosotros, para el fin de semana con su familia, osea ellos. ¡Total nada! Cuadrar esa agenda y los gustos y deseos de todos sin que estalle la tercera guerra mundial os aseguro que es todo un logro.
¿Cómo lo manejáis vosotras? ¿Qué hacéis con las extra escolares? ¿Nos hemos vuelto todas locas con la manía por las extra escolares? ¿Son tonterías de los padres de ahora como los cumpleaños cual fiesta de proclamación de la paz mundial?