Quizá hayamos oído hablar más de sus semillas (anís bravo o anisete) y de sus usos aromáticos en encurtidos, aliños y salsas por su aroma anisado. Asímismo se comercializa en herboristerías para favorecer la digestión y para el tratamiento de las vías respiratorias superiores durante los catarros. Algo menos frecuente es el uso de sus tallos y hojas picadas, también para uso aromático.
Pero esta vez vamos a hablar de su bulbo, muy aromático, dulce y anisado, también conocido como Hinojo de Florencia, que se cultiva para consumirlo ya sea crudo o cocido.
Hinojo de Florencia vía Wikipedia
Una aplicación de este bulbo añadido a estaladas, crudo como la cebolla, pero menos picantón debido a sus características propias.
Ensalada de hinojo vía Gastronomía y cía.
Cuando nos planteamos cocer este bulbo encontramos desde sopas cremosas...
Crema de hinojo y calabacín vía All recipes Argentina
... Hasta acompañamiento de unos garbanzos tostaditos, para que no tengamos que recurrir siempre a los guisos contundentes cuando comemos legumbres.
Garbanzos con hinojo y cítricos, vía Cocina con Ana
También podemos tomarla como acompañante a platos de pescado.
Merluza con Salsa de hinojo y ajos tiernos vía Directo al paladar
La siguiente tarta de hinojo se da un aire a una quiche, no es dulce, pero... ¡tiene bunea pinta!
Tarta de hinojo vía Las recetas de Marlis
Finalmente y, para no castigaros sin postre, recuriré al uso de las semillas del hinojo.
Pastel de mijo e hinojo via Cocina para gente despierta
¿Qué os parece? ¿Conocíais el hinojo de antes? ¿lo habéis usado para vuestras recetas?
Yo aún lo estoy descubriendo, de modo que ¡acepto vuestras sugerencia!
¡Buen provecho!