Salvo en caso de que el feto sea muy prematuro, no se recomienda que se demore el parto más de 24 horas, ya que en ese tiempo se debe inducir el parto en caso de que el bebé no quiera salir. La razón de esta decisión es que no se debe dejar la bolsa rota con líquido saliendo, y esto mismo le indica María Jesús Cancelo a Elmundo.es. En el caso de que esto suceda, las bacterias del tracto genital pueden entrar en el saco que guarda al bebé y poner en peligro tanto a la madre como al hijo, entre otras consecuencias que puede conllevar.
Es importante saber que la rotura de aguas antes de tiempo se produce en un 8% antes de tiempo, antes de que la mujer esté a punto de parir, por lo que los médicos hasta ahora tenían una doble opción: esperar a que el bebé nazca o inducir el parto. A día de hoy los expertos recomiendan que, salvo en el caso antes mencionado de parto muy prematuro, se debe inclinar por la opción de inducir el parto en un plazo no superior a 24 horas e inciden en la importancia de este plazo.
De hecho, un estudio realizado con 5000 mujeres que rompieron aguas prematuramente a lo largo de 3 años, a la mitad se les indujo el parto de forma casi inmediata mientras que el resto fue monitorizada hasta que se produjo el parto o se indujo a los 4 días. Este estudio demostró que las madres corrían menos riesgo de infección sin el parto era inducido pronto, así como los riesgos del bebé.
Existen muchas razones por las que se puede producir esta situación, pero a día de hoy no importan tanto las razones como lo que se debe hacer en este caso.