240.- “Elige ser positivo. Tienes esa opción. Eres el dueño de tu actitud. Elige ser positivo, constructivo. El optimismo es el hilo conductor hacia el éxito.”

Autor: Bruce Lee. Somos distintos. De hecho, a veces tanto que parecemos de diferente especie.
Cojamos a dos personas que han experimentado traumas idénticos. Una de ellas es capaz de superar el suyo de una manera relativamente rápida (digo rápida, no indolora), mientras que la otra se derrumba y desarrolla los síntomas de la depresión más terrible… y eso ante la misma y precisa circunstancia adversa.
Creo que se encuentra bastante establecido por diferentes estudios, que las personas con tendencia a una ‘mirada negativa’ de los acontecimientos, son más propensas a los episodios de depresión, que aquellos otros que los contemplan constructivamente. Es decir, no ignorando la fatalidad, pero dedicando a ello el tiempo de duelo justo, para afrontar el comienzo de una recuperación inmediata.
Esta semana me ha llegado un correo que contiene una serie de reflexiones puntuales con el fin de recapacitar y convertir hechos aparentemente negativos o al menos fastidiosos, en visiones positivas, algo que por otra parte siempre está a nuestro alcance.
Es como un juego, y aunque puede resultar para muchos demasiado simple o pueril, el fondo es lo que cuenta. ¿Cuál es el fondo?, que siempre podemos sentirnos satisfechos con lo que tenemos... si nos empeñamos suficientemente en verlo.
El hijo que muchas veces no limpia su cuarto y pasa la mayor parte del tiempo viendo televisión, significa primero que tengo un hijo y luego que está en casa.
El tremendo desorden que tengo que recomponer tras la celebración de una fiesta, significa que estuvimos rodeados de familiares o de amigos y que probablemente lo pasamos muy bien. De hecho, todos los trabajos domésticos que hay que llevar a cabo a diario, implican que tengo una casa en la que vivir.
Las ropas que me están apretadas, significa que tengo más que suficiente para comer, ¿No es así?
Las quejas que escucho acerca de la política de este o de cualquier otro gobierno, significa que disfruto de la libertad de expresión.
Y así podríamos continuar: no encontrar aparcamiento, significa que tengo coche; el cansancio tras el trabajo al final del día, significa que tengo trabajo; el despertador que me despierta todas las mañanas y que querría estampar contra la pared, significa que estoy aquí un día más…
Si pensamos en todo esto cuando nos decimos (más veces de la cuenta) que la vida nos trata mal, llegaremos a la conclusión de que tal vez estamos siendo profundamente injustos. ¿No te parece?
Reflexión final: Procúrate un corazón positivo. Constrúyelo si no lo tienes, o cómpralo en la tienda de la esquina, pero no pases ni un día más sin él.