A mi nunca me ha gustado disfrazarme. Pero, eso no es lo normal. Lo normal es querer vestirse de todo aquello que no te vistes normalmente.
El año pasado disfracé al niño de Rambo. Rompí una camiseta negra, le compré un "fusil de asalto" y le pringué todo el cuerpo y la cara con un corcho quemado y ¡tan feliz!
Tienen que ser disfraces ligeritos porque es un sitio de calor y no es plan de que al niño o la niña, sufran una lipotimia por vestirles de esquimal en pleno julio.
Así que, voy a darme una vueltita por estos mundos de Internet para encontrar disfraces fresquitos y sencillitos y, además de coger ideas para mí, os muestro algunas ideas para vosotr@s por si os encontráis en la misma situación. Que ahora, en verano, las fiestas de disfraces son muy socorridas para entretener y alegrar una tarde a los churumbeles.
Con este disfraz, ¡casi me muero de la risa! ¡Qué ideas tan originales!
¡Y éste! ¡Es para morirse de risa! ¡Mi anillo! ¡Quiero mi anillo!
Ahora que el que más apropiado por cercanía es, sin duda, ¡el de paella!
¡Qué divertidos todos! ¡Y qué imaginación tienen muchas madres y padres! ¡Bravo por todos ellos!
vía pepperbuttons.blogspot.com.es
O éste, tan apropiado para mi hijo que tiene un padre buceador obsesionado...vía /www.pequedisfraces.com
Este es más sencillo y a lo mejor, más conocido pero es fresquito y divertido también.Ahora que el que más apropiado por cercanía es, sin duda, ¡el de paella!
¡Qué divertidos todos! ¡Y qué imaginación tienen muchas madres y padres! ¡Bravo por todos ellos!