Hay muchas formas de rendirle homenaje a una de las sagas cinematográficas más icónicas de los 80′s y, además, uno de los símbolos de la ciencia ficción humorística. Sin embargo, una forma bastante más original de recordar el impacto cultural que tuvieron Marty McFly y el Doc Brown en nuestras vidas, es observar algunos de los objetos basados en esta franqucia que dan vueltas por Internet!
Por ejemplo, si bien existe una línea de zapatillas Nike que rememora aquel par de tenis que se puso Marty en Volver al Futuro II, las que les muestro a continuación son particularmente interesantes, ya que no sólo son parecidas desde lo visual sino que se adaptan al tamaño del pie, tal como lo hacían en la película. Fueron creadas por Blake Blevin.
Pero el objeto que más rápidamente nos remite a esta maravillosa saga cinematográfica, tiene un nombre: De Lorean. Y sobre este verdadero auto fantástico nos concentraremos en la primera parte de un homenaje a BTTF.
Estos coches, efectivamente existieron antes de la película, eran un modelo de auto de la empresa De Lorean Motor Company. Contrariamente a lo que podría pensarse, fue el único modelo fabricado por esta empresa, ya que al poco tiempo quebró. Su deportivo DeLorean DMC 12 salió al mercado en 1981, aunque su primer prototipo data del ’77 y su lugar de origen fue Irlanda del Norte. En el mercado actual, se estima que hay unos 6.000 autos de esta marca, que sobrevivieron a los 8.500 diseñados a comienzos de los 80.Llamativamente este modelo no tuvo demasiado éxito en el mercado, y a su quiebra declarada en 1982, se sumó el arresto del creador de la marca, John De Lorean, quien fue acusado de tráfico de drogas, nada menos. Aunque con el tiempo se desestimó la denuncia y se descubrió que De Lorean era inocente, el impacto en las ventas de su automóvil terminaron por convertirlo en una suerte de eslabón perdido.
Ya en 1985, Robert Zemeckis y Steven Spielberg decidieron usar este auto como máquina del tiempo. El exitazo de la película podría haber llevado a reactivar la industria de De Lorean, pero debieron pasar 10 años para que finalmente un empresario estadounidense abriera un taller exclusivamente dedicado a la reparación de estos antiguos y clásicos vehículos. Ya en 2007 dijo que había conseguido una buena cantidad de repuestos como para lanzar al mercado una pequeña cantidad de este modelo.
Algo que no podemos dejar de mencionar es que existió también el De Lorean argentino. Se trató del Dogo SS 2000, fabricado a comienzos de 1970 y que guardaba muchas similitudes con el original. Claro que no fue el único, otro modelo muy similar a la máquina del tiempo del Doc pero de origen inglés, fue el Lotus Esprit, aunque en este caso no tenía las puertas que se desplegaban hacia arriba (en algunos casos llamadas “alas de gaviota”), sino de las comunes. Muchos fueron los autos deportivos de la década del 70 que se asemejaron bastante a este De Lorean tan famoso. Pero sabemos que, por muchos que se produzcan, el que realmente vale… es el que tiene el condensador de flujo!
Que la Fuerza los acompañe!
=Malena=