Hace 25 años el estadio Monumental de Buenos Aires, Argentina, fue testigo de una de las principales hazañas del balompié colombiano, pues en contra de todos los pronósticos, la Selección Colombia goleó 5-0 a la ‘Albiceleste’ en el epílogo de la Eliminatoria Sudamericana para el Mundial de Estados Unidos 1994.
“Yo creo que el mundo entero entendió eso como un ejercicio de independencia”, fueron las palabras de Francisco Maturana, el autor intelectual del histórico resultado que pese al paso del tiempo y las más de dos décadas de gestación, permanece latente en las memorias de quienes habitan el ‘planeta fútbol’. El partido que sobre el papel tenía la balanza ampliamente desequilibrada a favor de los locales, porque además la estadística así lo ameritaba, terminó convirtiéndose en un estallido de júbilo nacional.
El primer golpe en el fortín de los argentinos
Tuvieron que pasar 41 minutos para que Colombia entendiera que la supremacía del equipo que dirigía Alfio Basile no era absoluta. Rincón ganó en velocidad tras asistencia del ‘Pibe’ Valderrama, penetró el área rival, dejó al guardameta Sergio Goycochea en el camino y definió con el arco a disposición: 1-0 a favor de Colombia.
El descanso fue absolutamente incierto, ¿fortalecer la defensa e intentar conservar la mínima diferencia para lograr por fin vencer a Argentina a domicilio?, cualquier intento de estrategia luchaba contra el imaginario de una realidad que no estaba en los cálculos ni siquiera del más ambicioso de los aficionados colombianos. Colombia derrotaba a una de las potencias del mundo y al cronómetro solo le faltaban 45 minutos para imprimir una página dorada en el ‘biblia’ del fútbol ‘cafetero’.
Del cielo a la tierra
Lo que parecía un sueño que terminaría con la inminente reacción de Argentina, empezó a tomar ‘forma terrenal’, práctica y certera con el arranque de la etapa complementaria. Balón en profundidad, Asprilla ‘duerme’ la pelota en su pie derecho muy cerca del área chica de la portería norte del Monumental, quiebra hacia adentro y define cayéndose: 2-0 a favor de Colombia.
La estrategia del ‘filósofo’ Maturana fue absolutamente efectiva, Colombia mantuvo la diferencia y supo salvaguardar el cero en su arco, le dio trámite al juego y empezó a trabajar sobre el desespero de los argentinos, que comenzaban a entender que su ‘trono’ estaba por caer. Rincón y Asprilla repitieron en menos de tres minutos (72′ – 74′), y cuando el escándalo futbolístico ya estaba en boca de la prensa mundial, Adolfo Valencia, a falta de cinco minutos para que culminara la ‘tortura deportiva’ de Argentina, volvió a vencer el arco de Goycochea.