Revista Cultura y Ocio

25 ejemplos de anáfora

Publicado el 09 noviembre 2014 por Jack Moreno @jackmoreno

La anáfora es una figura retórica caracterizada la repetición de una o varias palabras al principio de una frase o verso. Igualmente, también se considera anáfora cuando se hace referencia a un término mencionado con anterioridad dentro de una oración. Esta figura se utiliza para dar énfasis o resaltar.

Anáfora de repetición simple

Corre, corre que te pillo.
Vamos, vamos que nos vamos.
Vamos, vamos, Argentina. Vamos, vamos a ganar.
Mira, mira quién está aquí.
Mira, mira, pero qué elegante.
Vaya, vaya, con el niño.

Anáfora de repetición en un verso

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández, Elegía por la muerte de Ramón Sijé

Dale al aspa, molino
hasta nevar el trigo
dale a la piedra, agua
hasta ponerla mansa
dale al molino, aire
hasta lo inacabable
dale al aire, cabrero
hasta que silbe tierno
Miguel Hernández

Salid fuera sin duelo
salid sin duelo, lágrimas corriendo
Garcilaso de la Vega, Égloga I

Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada
Miguel Hernández, Elegía

Mientras las ondas de la luz al beso
palpitaban encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
del fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!
Gustavo Adolfo Becquer, Rimas

¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
San Juan de la Cruz, La noche oscura

Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
Miguel Hernández, Umbrío por la pena

—¡Aquí fue Troya!
—¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus vueltas y revueltas, aquí se escurecieron mis hazañas, aquí finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha

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