Me resultó especialmente interesante el cuadro de tareas que pueden ir haciendo los peques según su edad a la que van aplicando este método. Muy completa...
Tabla de tareas según Montessori (vía Bebés y más)
... y reconozco que cuando vi lo de llevar la leña pensé en Hansel y Gretel perdidos por el bosque. Obviamente no se trata de eso, pero me resultó muy graciosillo.
Muchos de los materiales que proponen pueden estar lejos de todos los bolsillos, pero como tantas otras cosas, ¿de qué no hay tutorial DIY? Con maña podemos hacer en casa grandes juegos con los cuales estimular a los pequeños de la casa.
Saquitos sensoriales con los que conocer el tacto, olor y aspecto de diversos materiales (vía Slow fun Kids)
Botellas sensoriales para quedarse pasmado mirando flotar cosas en su interior...
... o escuchando su sonido (vía Mami Natura)
El denominado frasco de la calma es un básico para la relajación de toda la familia, ¿cómo resistirse a quedarse mirando flotar la purpurina de su interior creando formas maravillosas mientras nos evadimos y olvidamos nuestros problemas? Yo ya estoy tardando en hacer uno porque me alucinan cantidad.
El frasco de la calma (vía UPSOCL)
Para estimular el tacto tenemos diversos paneles sensoriales, a mi me encanta la idea de toquetear diferentes texturas dispuestas en una misma superficie.Alfombra sensible (vía Pinterest)
Panel sensorial ¡con ventanitas que abrir y cerrar! (vía Motherhood and other adventures)
La clásica pirámide de aros está en todas partes donde haya niños, las hay de plástico, de madera... ¿por qué no de tela? Además podemos hacer que sea aún más colorido y que tenga el atractivo de cintas de las que tirar y chupar, ¡todo un acierto!
Pirámide de aros de tela (vía Raisin toast)
Y esto es sólo el principio de un mundo muy amplio de sensaciones y colores, ¿habéis trabajado con este método anteriormente? Yo creo que me voy a lanzar a aplicarlo ya mismo.