2620.- Marchando una de albóndigas

Hay una plato favorito de los niños del que nunca se habla lo suficiente, queda a la sombra de otros platos como la pasta, pero donde van triunfan: las albóndigas. Esas pelotitas de carne, más grandes o más pequeñas, según la mano de la cocinera, con una u otra salsa tan personal como cada hogar, son una apuesta segura, no sólo como plato del día, sino también como tapa. Recurrimos a ellas con la frecuencia que impone un "hoy comemos las albóndigas de la abuela". De hecho, como nos recuerda el Comidista en sus mandamientos de la albóndiga, son un plato divino, especialmente su tu dios es rico en carbohidratos.

Alabemos al Monstruo del Espagueti Volador, con sus albóndigas y sus apéndices tallarinescos (vía El Comidista)

El estilo más clásico, las albóndigas de carne, con una salsita y patatas fritas en daditos. No puede faltar en vuestras mesas.

Albóndigas de carne (vía Cocina de todo)

Las denominadas "de la abuela" pueden esconder combinaciones y salsas muy sugerentes, pero también clásicas.

Albóndigas "de la abuela" (vía Valkicocina)

Albóndigas en salsa (vía La abuela de tu vida)

Aparte de las salsa clásicas como el tomate, tenemos otras combinaciones, como el curry.

Albóndigas al curry (vía De rechupete)

Tenemos albóndigas en todo el mundo, por ejemplo, las keftedes griegas, que suelen formar parte de platos ligeros y acompañarse por alguna salsa aparte como la tsazaki.

Keftede griegas (vía La pasión griega)

No sólo de carne, también de arroz y con relleno de jamón y mozzarela picada, como la típicas arancine sicilianas, que se sirven como aperitivo. Sólo de pensarlo se me abre el apetito.

Arancine sicilianas (vía Directo al paladar)

Los falafel también entran en la categoría de albóndigas, deliciosas bolas de legumbres del mundo árabe para todos los paladares, ¡que los veganos no se quedan sin sus pelotillas!