Al parecer Ra nos ha dado una tregua. El cielo ya no pesa sobre nuestras cabezas y el presagio de la lluvia se ha hecho realidad. El aire frío trae nuevos olores a la ciudad y ya no calcina, pero se ha llevado la vida de unos cuantos.
Nos decían de pequeños que cada muerto es una estrella, pero hay quienes se precipitan al abismo y nunca llegan a tocar el cielo, porque allí donde sobreviven lo hacen como un coche abandonado, resecándose al sol hasta que la gasolina se evapora.
A veces, los contrastes son tan desquiciados como el pasado sol de este agosto excesivo. Y la locura térmica no aviva el deseo, sino que acaba con él, hasta el punto en que el amor se vuelve destrucción y parece inevitable acabar con todo.
Amor y relaciones humanas, jajaja; casi nada. Las mariposas en el estómago siempre terminan por desaparecer. La mayoría de veces, devoradas por las sabandijas y escorpiones que anidan en nuestras entrañas. Criaturas mucho más numerosas y resistentes.
En fin, nuestras pieles están más resecas, pero ya no hay que bajar las persianas ni correr las cortinas de nuestras cuevas para mitigar el exceso de radiación. Ya podemos enseñar a nuestras sabandijas y escorpiones el camino de regreso a nuestra alma.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure