Servida en bandeja por su pareja y colaboradora habitual Margaret Mazzantini, Sergio Castellitto vuelve a ponerse tras la cámara para contar este melodrama atemporal: la historia de Fortunata (Inmensa y maravillosa Jasmine Trinca, antes musa de Nanni Moretti) que trata de recomponer su vida con una meta constante: buscar la forma en que pueda volver a sonreir a la felicidad. Porque Fortunata alude al nombre de la protagonista a la que vez que tiene connotaciones hacia la suerte que te proporciona la vida.
Así, Fortunata narra la vida de una joven madre que trabaja como peluquera a domicilio y que se pasa el tiempo corriendo en búsqueda de la felicidad. Se aleja del vecindario de clase obrera de Roma para ganar el dinero suficiente y hacer su sueño realidad tener su propia peluquería, poder independizarse y adueñarse de su propio destino. Separada de su violento marido que quiere hacerse con la custodia de la pequeña Barbara. Sus sueños los comparte con su vecino Chicano un tatuador y exdrogadicto bipolar cuya madre actriz padece Alzheimer y quien le ayuda con la pequeña y conflictiva Bárbara. La aparición de su vida de un psicólogo le proporcionará estabilidad sentimental pero le podrá costar la custodia de su pequeña.
Fortunata sigue los pasos de películas anteriores como Non ti muovere o Volver a nacer, un gran ejercicio de estilo de un melodrama que se repite en todos los tiempos, la lucha por sobrevivir y la meta por un bienestar ideal. La película que pudimos ver en la Muestra de Cine Italiano de 2016 tiene también una banda sonora con clásicos de todos los tiempos. Este post ha sido realizado en colaboración con Celuloide con Alma.