El protagonista de la película "Uno de los nuestros" Las relaciones sociales deben ser sinceras.- (Godfellas, 1990), quiere sorprender a su novia invitándola al club nocturno de moda. Henry Hill (Ray Liotta) se salta la hilera de clientes entrando por la puerta de servicio. Allí saluda un empleado, y después le suelta una gracieta a alguien que está liado con su chica en un rincón. A continuación se encuentra con un gorila que devora un bocata, y al saludo añade un billete que le da en mano. Llegan a la puerta trasera y entran en la sala, atestada y muy animada. Saluda al maître, y este, sin dudarlo, le sitúa en la mejor mesa, justo frente al escenario. Mientras la montan, saluda a varios tipos con cara de mafiosos, que devuelven la cortesía. En la mesa recibe un agasajo (botella de champán) del director de la sala,...
En esta escena, puede parecer que Henry está promoviendo unas relaciones sociales sanas. Pero no es así. Lo que hace es puro personal branding. Desarrolla un mero (pero esforzado) trabajo de agente comercial del producto que vende. En este caso, ese producto es él mismo.
Lo importante es la calidad, no la cantidad.- Los lazos sociales se pueden identificar con la existencia de apoyo social: a mayor contactos interpersonales, mayor apoyo recibido. Pero la disponer de relaciones sociales no implica, en sí mismo, la provisión de apoyo ni una red social más nutritiva. Conocer muchas personas no es sinónimo de disponer de mayor apoyo. Nuestros recursos sociales aumentan conforme situamos las interacciones más próximas en el ámbito de las relaciones de confianza.
Los requisitos para que unas relaciones sociales sean saludables y beneficiosas , son sencillos. De hecho, previsibles, si uno se detiene a pensar en ello. Y se pueden entenderse también como recomendaciones para promoverlas:
De manera que, mejor referencia que la escena de Ray Liotta, les recomendaría la pandilla de River Phoenix en la película "Cuenta Conmigo" (Stand by me, 1986). Puedo recordar todavía la escena de los chicos frente al fuego, de noche en el bosque. La charla puede no ser muy trascendental. De hecho, podría etiquetarse de friki, o directamente de chorrada (Donald es un pato, Mickey un ratón, Pero... Goofy ¿qué demonios es Goofy?). Pero lo importante no es lo que se dice, sino lo que se trasluce. Como en tantas otras interacciones sociales, no se trata del contenido de la charla. Lo relevante es el vínculo que se trasluce bajo ella: la confianza y apoyo de cada miembro del grupo para con los otros.